Al influir en la toma de decisiones, la Inteligencia Artificial no impacta solo al CIO. Por el contrario, el papel mismo de los CEOs así como el de otros roles está en plena revisión.
Trend Micro advierte que está realidad impacta con más fuerza a las áreas de seguridad de la empresa. La IA está impactando todos los ordenes de la vida diaria, nos demos cuenta o no.
Recientemente vi en las redes sociales una información sobre un CEO que había despedido a un número importante de colaboradores porque se negaban a usar Inteligencia Artificial (IA).
Seguí de largo. Me pareció poco probable que la gente rechace usar herramientas que simplifican el trabajo. Luego me di cuenta de que habrá quien lo haga porque piensa que, de esa manera, defiende su trabajo.
Lo cierto es que cada revolución tecnológica ha representado cambios fundamentales en la forma de hacer las cosas. En las revoluciones industriales esto ha ido más lejos, reemplazando un número importante de oficios que se hicieron tan inútiles como ineficientes y obsoletos.
Como muestra, aún existen cocheros y carruajes. Pero son decorativos y anécdoticos. Los faroleros ni eso. Negar este impacto es, por tanto, fútil. Va a pasar.
Y el cómo esto ocurra dependerá de decisiones que no siempre están en nuestras manos, como advertía en una entrevista reciente el Ex director Comercial de Google X, Mo Gawdat.
Adopción al 30%
Una muestra de la transformación que se está experimentando en todos los procesos lo encontramos en los hallazgos del informe CEO Insights 2025 de Arthur D. Little.
Según esta reciente investigación, la Inteligencia Artificial (IA) dentro de las organizaciones está avanzando en forma lenta. Pero creciente y segura:
El 29% de los directores ejecutivos de las principales organizaciones del mundo ya cuentan con una estrategia de inteligencia artificial implementada, según el informe CEO Insights 2025 de Arthur D. Little.
Tal cifra muestra dos hallazgos importantes:
- Representa cerca del doble con respecto a lo declarado por los CEOs en 2024
- Además, el dato ilustra el rápido avance de la IA como una prioridad estratégica en el liderazgo de las empresas.
“Las empresas que hoy no integran la IA en su estrategia de negocio, especialmente en ciberseguridad, están trazando el camino hacia su obsolescencia”, señaló al analizar los resultados del estudio el Head of Sales para la región norte de latinoamérica en Trend Micro, Samuel Toro.
Más importante es el hecho de que, para el analista de Trend Micro, los números de adopción pueden ser mucho mayores si nos enfocamos, específicamente, en ciberseguridad.
¿Por qué? Entre otras cosas porque las amenazas crecientes impulsadas por IA no dejan demasiado espacio para que los defensores no adopten las armas con las que los están atacando.
De asistente a copiloto
El Head of Sales para la región norte de latinoamérica en Trend Micro hace notar que el informe sobre CEOs de Arthur D. Little confirma lo que ya se sabe.
Es decir, que las corporaciones a nivel global están integrando activamente herramientas basadas en IA en sus procesos. Ello es especialmente cierto cuando se trata arquitecturas de ciberseguridad.
Los nuevos diseños incluyen herramientas para analizar datos masivos y detectar patrones de ataque que, de otra forma, pasarían completamente desapercibidos para los analistas.
“En la práctica, la IA se convierte en el copiloto del equipo de seguridad. Se encarga del trabajo pesado de analizar millones de alertas para que el talento humano, especialmente escaso en Latinoamérica”, precisó Samuel Toro, Head of Sales para la región norte de latinoamérica en Trend Micro.
Para él, esta automatización inteligente de los sistemas de defensa constituye el único escudo que escala a la misma velocidad que las ciberamenazas modernas.
No obstante, mientras se erige como una poderosa aliada, también introduce nuevas superficies de ataque y potenciales vulnerabilidades.
Los mismos modelos de lenguaje (LLM) pueden ser explotados por actores maliciosos para desarrollar ataques más sofisticados.
Por ello, el enfoque de las organizaciones se ha expandido. Ya no solo se trata de usar la Inteligencia Artificial para la seguridad, sino de asegurar su propia IA.
Tal adaptación, en sí misma, constituye una retroalimentación que marcará en gran medida la evolución de estos sistemas.
La próxima generación de modelos, sin duda, se está construyendo hoy en esa interacción.