Aunque el ecosistema cripto crece, la brecha que mantiene la exclusión de las mujeres, al parecer, migró intacta a este mercado.
Como con la Inteligencia Artificial (IA), uno de los riesgos de los nuevos escenarios tecnológicos es que mantengan las racionalidades excluyentes que conocemos, históricamente.
Uno de los objetivos teóricos que impulsa la creación y existencia del ecosistema de criptoactivos y monedas es derribar fronteras físicas, legales y geográficas.
Pero, al parecer, las económicas, sociales y culturales son más difíciles de superar. La inclusión financiera sigue enfrentando barreras estructurales en América Latina, y el ecosistema cripto no es la excepción.
Aunque los activos digitales avanzan tanto en penetración como en sofisticación, las mujeres continúan subrepresentadas tanto en su adopción como en el liderazgo.
Así, según el estudio presentado por Bitso, en México las usuarias de criptomonedas apenas alcanzan el 26%.
A simple vista, la cifra no luce tan terrible. La mala noticia es que esta cifra se mantiene estancada desde el año anterior.
“La inclusión femenina dentro de la industria cripto no se limita a cumplir una tendencia de paridad de género. El compromiso radica en reducir las brechas históricas”, destacó la vicepresidenta global de producto en Bitso, Ximena Salgado.
La ejecutiva resaltó que estas brechas han limitado la participación de las mujeres en sectores como el financiero y el tecnológico. Las criptos, que se mueven entre ambos, no son la excepción.
Inclusión financiera: un asunto de innovación social
El informe de Bitso resalta que, aunque los números de México preocupan, la brecha se amplifica al comparar con otros países.
Así, mientras en Argentina la proporción de mujeres usuarias creció tres puntos, llegando al 31%, en Brasil y Colombia se registró una disminución frente a 2024.
Esta disparidad revela que los obstáculos no son técnicos, sino estructurales:
- Falta de educación financiera con enfoque de género
- Escasa representación en cargos de liderazgo
- Y ausencia de productos diseñados desde la diversidad
Salgado resalta que la participación femenina en cripto está marcada por tres retos interconectados: el desconocimiento técnico, la baja alfabetización financiera y la falta de referentes en el diseño de productos.
Según el informe, una de las consecuencias de esto es que los hombres dominan la propiedad global de criptomonedas con un 61%, frente al 39% de las mujeres.
Tal brecha no solo refleja el mayor acceso de los varones sino, también, el control sobre decisiones financieras personales y familiares.
“No se trata solo de que las mujeres accedan a cripto. Se trata de que puedan transformar ese acceso en autonomía económica, resiliencia patrimonial y liderazgo de decisiones”, recalcó Ximena Salgado, VP global de producto en Bitso.
En este contexto, afirmó Salgado, la inclusión financiera se convierte en un asunto de innovación social.
Formación para la igualdad
Cerrar la brecha de género en el mundo cripto no es una meta corporativa, es una estrategia regional para fortalecer la independencia financiera de millones de mujeres.
Más allá del instrumento financiero, el cripto puede convertirse en catalizador de equidad si se gestiona desde una visión de propósito.
Bitso propone una hoja de ruta que combina tecnología segura, diseño centrado en el usuario y ampliación de la infraestructura para pagos transfronterizos.
Todo ello puede ser particularmente útil para mujeres emprendedoras, migrantes o sin acceso a servicios bancarios tradicionales.
Salgado sostiene que la solución exige más que campañas de marketing.
Se requiere una infraestructura educativa que combine:
- Herramientas accesibles
- Narrativas empáticas
- Y espacios seguros para construir confianza
Iniciativas como talleres para usuarias, mentorías con enfoque en inversión responsable y formación en cultura de ahorro podrían catalizar el cambio.
“El ecosistema, al tener el cruce de ambos mundos, el financiero y el tecnológico, presenta retos importantes para impulsar la diversidad”, añadió la VP global de producto en Bitso, Ximena Salgado.
Más allá del instrumento financiero, el cripto puede convertirse en catalizador de equidad si se gestiona desde una visión de propósito.
Esto implica transformar el entorno desde la educación, la representación y la usabilidad.
En una región marcada por desigualdades, democratizar el acceso a activos digitales podría ser una de las estrategias más efectivas para redefinir el futuro económico con rostro femenino.