Un nuevo estudio de Pluxee revela que las compañías están adoptando la inteligencia artificial no solo como herramienta de eficiencia, sino como catalizador del desarrollo profesional.
La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad tangible en el día a día empresarial español. El III Estudio de Retos y Tendencias en RRHH de Pluxee arroja datos reveladores: el 96% de las empresas considera que la IA representa una oportunidad de crecimiento profesional para sus empleados, mientras que un 93% confía en que mejorará su calidad de vida laboral.
La penetración de la IA en las organizaciones españolas muestra un panorama heterogéneo. Mientras que el 45% de las compañías reconoce apoyarse mucho o bastante en esta tecnología en su operativa diaria, su implementación varía significativamente entre sectores y departamentos.
Las cifras son especialmente llamativas en la automatización de procesos: el 75% de las empresas ya utiliza la IA para automatizar tareas rutinarias, buscando ganar eficiencia operativa. Paralelamente, 6 de cada 10 organizaciones la han incorporado para mejorar la experiencia del cliente y la atención al usuario.
El mapa departamental de la adopción
El estudio identifica una clara división en cuanto al uso departamental de la IA. IT y Atención al Cliente emergen como las áreas que mayor provecho extraen de esta tecnología, posicionándose como los early adopters dentro de las organizaciones.
En el extremo opuesto, Recursos Humanos se perfila como el departamento más rezagado en la adopción de IA, utilizándola solo en 1 de cada 3 compañías. Esta paradoja resulta especialmente significativa, considerando que es precisamente el área encargada de gestionar el impacto humano de la transformación digital.
La batalla por el talento especializado
La creciente demanda de la IA ha generado un nuevo desafío para las organizaciones: la captación y formación de talento especializado. El estudio revela que 1 de cada 3 empresas (27%) ya está buscando activamente perfiles especializados en inteligencia artificial, y prácticamente todas reportan dificultades para cubrir estas posiciones.
Esta escasez de talento especializado está redefiniendo las estrategias de recursos humanos. La formación interna se posiciona como la solución predominante: más de la mitad de las compañías (56%) opta por capacitar a sus equipos existentes en lugar de buscar talento externo. Solo un 16% de las empresas se mantiene al margen de la captación o formación en IA, lo que subraya la importancia estratégica que las organizaciones otorgan a esta competencia.
El factor humano en la ecuación tecnológica
Elena Celda, CEO de Pluxee España, contextualiza estos hallazgos con una perspectiva que pone el foco en el equilibrio entre innovación y humanización: “La Inteligencia Artificial se ha convertido en un catalizador para la transformación y el crecimiento tanto de las organizaciones como del talento. Su aplicación en áreas como los Recursos Humanos abre la puerta a modelos de gestión más eficientes e inclusivos”.
Sin embargo, Celda advierte sobre la necesidad de una implementación consciente: “Para que la adopción de la IA sea verdaderamente efectiva, las empresas deben apostar por formación en habilidades digitales, el pensamiento crítico y la adaptabilidad. Además, es fundamental una comunicación transparente que mitigue incertidumbres y refuerce la confianza de los equipos”.
Hacia una integración sostenible
Los datos del estudio sugieren que las empresas españolas están transitando hacia una visión más madura de la IA, entendiéndola no como una amenaza para el empleo, sino como una herramienta de potenciación del talento humano. Esta perspectiva optimista contrasta con los temores iniciales sobre la automatización y sugiere un camino hacia una integración más equilibrada y sostenible.
El desafío ahora radica en mantener este momentum positivo mientras se abordan las brechas identificadas, particularmente en la formación y captación de talento especializado. La capacidad de las organizaciones para navegar esta transición determinará no solo su competitividad futura, sino también su capacidad para crear entornos de trabajo más eficientes y humanos.
En un contexto donde la transformación digital acelera exponencialmente, estos hallazgos posicionan a la IA como una pieza clave en la construcción del futuro laboral español, siempre que su implementación mantenga a las personas en el centro de la innovación.