La agenda de la sostenibilidad es más que una moda. Gracias a los ODS avanza como cultura.
Hacer de la estrategia ASG el núcleo de su modelo operativo es un reto que el Mercantil Banco está asumiendo con medidas tan creativas como inclusivas.
¿Cómo asumir una gestión empresarial anclada en criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) cuando no somos un fabricante?
Si bien cambiar los procesos de producción puede lucir casi como una reinvención de todo el proceso fabril, en las empresas del comercio o los servicios los desafíos son otros y no menos complejos.
Por ejemplo, la imagen general del sector financiero no le permite sustrarse de esta tendencia. Por el contrario, las sociedades esperan que dispongan de los recursos para hacer su contribución a mejoras en la gestión ambiental.
Frente a estos desafíos, Mercantil Banco presentó su Informe de Sostenibilidad 2024, en el cual se evidencia que la innovación es una cultura se cuela, incluso, en los procesos más humildes.
“La sostenibilidad es uno de los ejes fundamentales de nuestra gestión, y está integrada de forma transversal en toda la organización”, señala Mercantil Banco en la presentación del informe.
Del mismo modo, el documento detalla los avances logrados durante el último año. Todo bajo una hoja de ruta que busca generar impactos positivos en el entorno, en línea con siete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
La moda como oportunidad
La estrategia ASG de Mercantil no solo responde a expectativas regulatorias o reputacionales: forma parte de una visión de sostenibilidad estructural que permea procesos, productos y alianzas.
Durante 2024, Mercantil profundizó su enfoque ambiental desde prácticas concretas y medibles.
En el plano operativo, dotó a su personal de atención al cliente con uniformes fabricados a partir de telas sostenibles provenientes de más de 65.000 botellas PET recicladas.
Tal iniciativa resalta por su triple impacto. Después de todo, aunque dotar de uniformes al personal es una forma tradicional de salario emocional para la banca, suele ser una ayuda económica importante.
Además, aunque no es extraño que la banca recicle sus tajetas de débito y crédito para transformar los en dispositivos nuevos en una práctica impecable de circularidad, la opción de usar estos materiales en la moda tiene un impacto social mayor.
Esta iniciativa refuerza el compromiso institucional con una economía circular integrada en los procesos de gestión de recursos. Adicionalmente:
- Recicló 152 toneladas de papel bond utilizado en sus operaciones
- Diseñó materiales informativos para el proceso de migración de tarjetas con criterios ambientales
- 5.000 sobres y 760.000 trípticos elaborados con papel reciclado certificado por el Forest Stewardship Council (FSC)
Estas medidas están alineadas con el ODS 13 (Acción por el clima), con prácticas de consumo consciente y de reducción de residuos.
“La sostenibilidad ambiental comienza con decisiones cotidianas que reducen nuestro impacto y fomentan la eficiencia”, resaltó Mercantil Banco en su Informe sobre ASG en 2.024.
La gestión ambiental no se limita al cumplimiento, sino que se convierte en narrativa operativa para un negocio resiliente y responsable.