En 2025 se espera una aceleración profunda en la transformación digital en las áreas de recursos humanos, de la mano de la incorporación de IA y de la profundización de estrategias de personalización de la experiencia del talento.
En la carrera por la incorporación de tecnología, las áreas de Recursos Humanos venían con un avance sostenido, pero la pandemia y la reconfiguración del empleo que trajo aparejada, hizo que aceleraran su transformación digital, frente a los nuevos esquemas de trabajo híbrido y remoto. Estos cambios “obligados” llegaron para quedarse y ahora las empresas están renovando sus estrategias para que, mediante la tecnología, puedan mejorar la experiencia del talento, optimizar la retención y personalizar la experiencia.
Para el especialista en recursos humanos y Principal en Voyer International, Ricardo Mayer, estos tres serán los pilares fundamentales para la gestión del talento en 2025: la personalización de la experiencia del empleado, la automatización de tareas operativas, y la analítica de datos.
En cuanto a la personalización extrema de beneficios y trayectorias profesionales, ha incrementado la satisfacción del empleado en un 30% (Gallup, 2024). “Los empleados esperan experiencias adaptadas a sus necesidades y valores individuales. Desde trayectorias de desarrollo personalizadas hasta beneficios flexibles y experiencias de onboarding adaptativas, la personalización mejora la satisfacción y el sentido de pertenencia”, amplía el consultor.
“Con tecnología, el área de recursos humanos puede adaptar beneficios, formación y desarrollo según necesidades y características individuales, mejorando la productividad y el bienestar”, explica Ricardo Migoya, co fundador de Maslow, plataforma de beneficios con presencia en más de 25 países.
Guido Kuznicki, co fundador y CEO de Lara AI, solución de IA para Recursos Humanos, complementa: “La personalización de la experiencia del empleado pasó de ser un lujo a una necesidad. En un mundo donde -en palabras de nuestros clientes- ´la diversidad generacional y cultural es cada vez más amplia´, las soluciones estandarizadas ya no sirven. Los empleados buscan trayectorias profesionales, beneficios y formas de trabajo que se adapten a sus necesidades y expectativas particulares. Las herramientas tecnológicas de hoy en día (muchas ya basadas en IA) permiten a las empresas ofrecer este nivel de personalización de manera escalable”.
Automatización: mejora del ROI
Con relación al segundo pilar, la digitalización de procesos es esencial. Según Gartner (2024), las empresas que han digitalizado su onboarding han reducido los tiempos de integración en un 40%.
Migoya refuerza esta idea al afirmar que “la tecnología mejora el ROI de los presupuestos de HR al optimizar procesos, reducir costos operativos y mejorar la toma de decisiones con datos concretos. En relación a la gestión de los beneficios, al darle a cada persona exactamente lo que necesita, todo lo que la empresa invierte se materializa en un beneficio, la inversión está aprovechada al máximo”.
En cuanto al tercer y último pilar, la analítica de datos, el uso avanzado de herramientas de IA para la toma de decisiones basadas en datos, anticipa tendencias y necesidades del talento. “La IA analiza datos de empleados para identificar patrones, como riesgo de rotación, y propone acciones proactivas. En lugar de depender de encuestas anuales, las empresas pueden medir constantemente el clima laboral, el engagement y otros indicadores críticos, permitiendo ajustes rápidos y oportunos. Esto representa un cambio significativo hacia un modelo de gestión mucho más ágil y centrado en las personas”, explica Kuznicki.
Los tres referentes coinciden en que el manejo de los datos es crucial para la gestión del talento. Migoya asegura que “hoy, la innovación -sin dudarlo- en HR pasa por la integración de IA y People Analytics para una toma de decisiones, y la personalización de la experiencia del colaborador”, mientras que para Mayer, este año “se espera una mayor integración de la IA en la toma de decisiones estratégicas, la consolidación de modelos de trabajo flexibles y un enfoque intensificado en el bienestar integral del empleado. La resiliencia, la innovación y la adaptabilidad serán las competencias más valoradas en este nuevo escenario”, concluye.