Aunque la interoperabilidad va mucho más allá, la ficha clínica digital es un primer paso importante.
Si bien la tecnología suele representar avances, la digitalización también conlleva desafíos importantes.
No hay que revisar demasiadas estadísticas para saber que, tal vez con la excepción de Brasil, América Latina está aun lejos de los estándares de los países con mejor calidad, en lo que a salud, clínicas y hospitales se refiere.
Esto no significa que la región no haga importantes esfuerzos por actualizarse, en especial después de la pandemia de Covid-19.
La inversión en tecnología médica, la incorporación de nuevas técnicas como la cirugía robótica, la telemedicina, el récipe digital y algunos otros avances se consiguen, en distintos niveles, por todo el continente.
En Chile, sin embargo, los avances incluyen todos loss anteriores, el debate en torno a la salud mental y, en especial, legislación que impulsa mejoras, tanto en la gestión de la salud como en el experiencia del paciente.
Asi, en mayo del año pasado se publicó la modificación a la ley 21.668, la cual transforma la 20.584. Se espera que esta nueva ley comience a operar en este 2025.
Mario Micucci, investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica destacó que la nueva regulación dejará con efecto la interoperabilidad de las fichas médicas, lo que marcará un gran avance para la sociedad chilena.
Identidad, privacidad, ciberseguridad
El investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica asegura que la la ley 21.668 permitirá que diferentes prestadores de salud, tanto públicos como privados, tengan acceso en detalle a la información clínica de los pacientes.
La nueva ficha clínica digital también será una herramienta que evitará tanto gestiones administrativas como transacciones.
Según ESET, la medida brindará una mayor accesibilidad y continuidad en la atención médica y una reducción de errores por duplicidad de información, además de un menor gasto económico en trámites administrativos de ambas partes.
“Los peligros de ciberseguridad con esta nueva normativa radican en una posibilidad del robo de identidad médica”, señaló Mario Micucci, investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
Para el investigador, el acceso no autorizado por malas configuraciones del propio sistema, así como los ataques de malware como el ransomware dirigidos al sistema de salud son algunos de los peligros que acarreará esta transformación.
Por ello, las prácticas de seguridad de la información toman un rol preponderante en este proceso digital.
¿Por qué? Porque la evaluación del impacto de la modificación de la ley en seguridad subyace en:
- Las auditorías de cumplimiento normativo (ISO 27001, HIPAA)
- El análisis de riesgos en la gestión de datos médicos
- Así como la capacidad de monitoreo
- Y de respuestas efectivas ante los posibles incidentes