¿Puede la Inteligencia Artificial superar el problema de los sesgos en la selección de personal?
Marisa Cruzado Collado reconoce que, por diseño, la tendencia a homologar de la IA es, en sí mismo, un riesgo de exclusión para sectores que requieren atención especial.
¿Cómo lograr que los algoritmos sean mejores que las personas para mantener políticas de inclusión laboral?
Esto es justo una de las preguntas que intenta responder IA+Igual, un proyecto colaborativo especializado en analizar y verificar los algoritmos que se utilizan en el mercado laboral.
Hasta ahora, uno de sus principales hallazgos es descorazonador: la igualdad digital también es un riesgo.
Y es que el mercado laboral es complejo y lograr la equidad e inclusión en él, complicado. Ahora más debido a la Inteligencia Artificial (IA).
“Los sesgos inconscientes que puedan estar en los datos se están integrando en los modelos de Inteligencia Artificial. Por ello, pueden generar un funcionamiento que termine produciendo un retroceso en los avances de diversidad e inclusión”, señalo la Fundadora y CEO de IA+Igual, Marisa Cruzado Collado.
Abordar las implicaciones de este problema fue el tema central de la quinta y última sesión de las VII Jornadas de The Standard CIO, dedicadas al Futuro del Trabajo: Hacia una transformación digital inclusiva.
Esta última sesión se denominó Automatización inclusiva y ética. Es decir, la principal duda que existe sobre el uso de Inteligencia Artificial (IA) en procesos de selección debido a los sesgos que puede la tecnología generar.
Detrás del cristal
Cruzado Collado hizo notar que la organización que fundo intenta establecer si las reservas europeas a la tecnología mayoritariamente estadounidense de los sistemas de gestión es justificada.
La especialista reconoce que, si bien los algoritmos parecen neutrales y que tratan de reducir la distinción, esta versión de la objetividad, constituye un retroceso.
¿Por qué? Porque parte de los avances de los sistema de bienestar europeo se centran en reconocer las diferencias y, por tanto, en evaluar las condiciones que generan inequidad.
¿Le parece complicado? Lo es. Pero lo cierto es que los intereses de las empresas o instituciones contratantes van en contra de la necesidad de equidad en la contratación.
Por ejemplo, la empresas pueden preferir contratar a personas que viven cerca de sus instalaciones lo cual deja fuera a personas de unas zonas (y contextos sociales).
Algo parecido pasa si se demanda vehículo, por solo mencionar algunos de los sesgos más evidentes.
“Si tienes poder de decisión de compra dentro de tu organización en un departamento de Recursos Humanos debes aprender a preguntar a tu proveedor qué preguntas tienes que hacer”, puntualizó Marisa Cruzado Collado, CEO de IA+Igual.
Esto, explicó la especialista, permite tener la certeza de que la herramienta que estás adquiriendo se ajusta a lo que necesitas