Distintas investigaciones apuntan a que a que América Latina debe comenzar a profundizar la sostenibilidad de sus Centros de datos (CDD).
En términos globales, el consumo energético de los CDD sigue creciendo.
Frente a la creciente demanda de datos y conectividad, suele olvidarse que esto es posible gracias a los centros de datos.
Recordemos que los centros de datos son infraestructuras que alojan enormes cantidades de servidores y dispositivos electrónicos con el objetivo de procesar y distribuir los datos a nivel mundial.
Más aún: suele pasarse por alto la energía es, pues, un factor fundamental que impacta tanto el funcionamiento de estas estructuras como sus costos de operación.
Todo ello, entonces forma parte de los costos de la conectividad en las empresas.
De allí que sea preocupante el más reciente informe del Uptime Institute que indica que el consumo energético de los servidores está experimentando una marcada tendencia al alza.
Este pronóstico coincide con los pronósticos del Centro de Eficiencia Energética de Copenhague.
Dicha institución estima que para 2030, la tecnología de información y comunicaciones (ICT) representará más del 20% de la demanda de electricidad mundial.
Como ya hemos dicho, mejorar la eficiencia energética de los CDD es esencial para mejorar la conectividad y productividad de los mismos.
El reto de América Latina
Cabe destacar que América Latina está lejos de ser una excepción en las estimaciones de aumento del número de centro de datos o en el incremento del consumo energético de los mismo.
Todo lo contrario. La región viene haciendo importantes esfuerzos por mejorar su conectividad lo que supone, también, mejorar su infraestructura crítica y centros de datos.
Empresas de talla mundial se han instalado en la región n para lograr este o jetivo y México ha sido uno de los países más beneficiados, constituyendo se en uno de los Hub regionales junto a Brasil, Chile y Colombia.
En este sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) pronosticó que la demanda regional de servicios energéticos podría duplicarse en los próximos 20 años en América Latina.
Otro informe, esta vez de Arizton prevé que el mercado de centros de datos latinoamericano crecerá a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) superior al 6% entre 2022 y 2027, y se espera que alcance los US$ 1.000 millones para 2027, con un enfoque en la sostenibilidad para los desarrolladores de centros de misión crítica.
¿Por qué? Porque el informe destaca que el elevado consumo energético de estas infraestructuras y el crecimiento esperado en los próximos años, hace de vital importancia reducir el desperdicio energético en el centro de datos.
Consejos para reducción de energía en centros de datos
La buena noticia es que tanto la industria como los desarrolladores están buscando (y consiguiendo) mecanismos para reducir el consumo de energía.
Esto es esencial para mantener la competitividad de TODAS las empresas.
De acuerdo con Octavio Delgado, director tecnológico de Ingenium, los desarrolladores de centros de datos son cada vez más conscientes de proporcionar consultoría, ingeniería, construcción y operación de centros de datos con enfoques ecológicos que promuevan una evolución ambiental.
“Los equipos altamente capacitados en soluciones que mejoran la eficiencia energética y el consumo de agua del centro de datos son fundamentales”, enfatizó el director tecnológico de Ingenium, Octavio Delgado.
Por su parte, la consultora McKinsey identificó cuatro maneras para reducir el consumo de electricidad en los centros de datos
- Aprovechar la inteligencia artificial para detectar el equipo que está en uso y apagarlo automáticamente sin necesidad de intervención humana.
- Aprovechar el IoT para leer el consumo de electricidad con exactitud e identificar los patrones con el paso del tiempo.
- Llevar a cabo transformaciones estructurales y arquitectónicas para reducir los sistemas de red de acceso por radio (RAN) basados en la nube
- Finalmente, buscar fuentes de energía renovable.