Sí: otra vez. América Latina vuelve a ser una de “las regiones más afectadas”. Esta vez por el fraude vía SMS.
En Brasil, se reportaron pérdidas de hasta R$ 2.500 millones el año pasado como consecuencia de esta práctica.
Es un hecho: la ciberseguridad es un problema en todas las regiones del mundo. Pero América Latina se hace notable por su pésimo desempeño en la materia.
¿La amenaza creciente más frecuente? El fraude vía SMS que – como suele pasar en las mañanas y economías emergentes – tiene el potencial para afectar a la gran mayoría de los habitantes de la región.
Las empresas, por supuesto, no están a salvo en este escenario: si uno de sus colaboradores se convierte en víctima, puede ser una puerta de acceso para los atacantes.
La falsa creencia de que había “peces más gordos” en el mar, impidió a las empresas y gobiernos de la región prepararse debidamente.
Ahora estamos bajo ataque permanente. Y siempre “innovando” en nuevas formas de ser víctimas. Así, la región ha sido testigo de un alarmante aumento en los casos de fraude vía SMS o mensajes de texto, por sus siglas en inglés.
Esta forma de estafa se ha propagado rápidamente en la región, alacanzando a millones de personas y ha generado pérdidas económicas significativas.
Según datos recientes, el fraude SMS en Latinoamérica ha alcanzado proporciones alarmantes, con un aumento del 40% en los últimos dos años.
En todas partes
Cabe destacar que la situación no impacta únicamente a LATAM.
De hecho, los consumidores estadounidenses perdieron más de US$ 5.800 millones en fraudes en 2022.
Por su parte, en el Reino Unido los ataques de SMS smishing aumentaron en un 700% en los primeros seis meses de ese mismo año. Este aumento puede atribuirse, en parte, al aumento de las entregas a domicilio y de notificaciones de SMS asociadas a las compras y registros online.
En lo que a la región se refiere, cabe destacar que, en 2022, más de la mitad de las llamadas recibidas en el celular en Argentina fueron catalogadas como spam.
Mientras que su vecino del norte, Brasil reportó – como ya dijimos – pérdidas de hasta R$ 2.500 millones el año pasado como consecuencia de fraude por mensaje de SMS.
La empresa Infobip, que ofrece soluciones de comunicación y mensajería omnicanal, explican que el principal modelo de fraude vía SMS es el llamado smishing.
Esta acción se caracteriza por el envío de un enlace malicioso a un individuo.
Al hacer clic en el enlace, se instala malware en el dispositivo de la persona.
Recuerda la empresa que, aunque bajo el smishing la mayoría de los ataques van dirigidos a personas particulares, las empresas y organizaciones no son ajenas al problema.
Smishing = fraude vía SMS
Angélica Arevalo, Head of Sales Engineering de Infobip para Latam recuerda que, aunque bajo el smishing la mayoría de los ataques van dirigidos a personas particulares, las empresas y organizaciones no son ajenas al problema.
Explico que el smishing es el equivalente de SMS del phishing vía correo electrónico tradicional.
Por supuesto, tiene su mismo objetivo:
- Contactar a las víctimas potenciales a través de SMS
- Para convencerlas de que transmitan información personal
- O información de cuentas bancarias
- Haciendo clic en enlaces
- Estos links, posteriormente, instalan malware en sus teléfonos
Explico la ejecutiva que los ataques de smishing – fraude vía SMS – utilizan tácticas de ingeniería social para recopilar información sobre posibles víctimas, incluido:
- Dónde viven
- Con quién interactúan en línea y
- Con qué bancos interactuar
- De qué compañías de tarjetas de crédito son clientes
“Es particularmente importante que los usuarios presten siempre atención al remitente de cada mensaje. Los SMS verificados, por ejemplo, son una buena manera de asegurarse de que el remitente es genuino”, afirmó.