El despliegue del 5G supone comprender sus implicaciones energéticas en el nuevo núcleo de las telco que, seguro, cambiará para siempre.
Por Craig Oursler
El cambio de una generación de red inalámbrica a otra siempre lleva a actualizaciones en el punto de acceso de servicio — lo que solíamos llamar la oficina central —.
Normalmente, trabajamos con operadores para instalar tanto nuevos bancos de baterías — a menudo de 24 V a 48 V — como nuevas centrales de energía, y reforzamos el sistema de potencia para una carga más pesada.
Además, esto ocurre durante el cambio de la red 4G a la 5G, pero esta evolución es distinta de las transiciones anteriores.
Aunque gran parte de la atención dada a la red 5G se enfoca en las estaciones de telefonía móvil, la actualización de la red más reciente está agilizando la transición del punto de acceso de servicio de la estación de conmutación al centro de datos en el borde: se completa con infraestructura y servidores alimentados con energía de CA, incluida una unidad de suministro ininterrumpido de energía (UPS).
Los puntos de acceso de servicio 5G exigen más potencia
Resulta en cierto modo contradictorio, pero el núcleo tiende a retrasar el espacio de acceso en una nueva implementación inalámbrica, y en ese sentido, la red 5G es muy similar a sus predecesoras.
Sin embargo, el problema en esta transición es que el espacio de acceso se traslada a la red 5G y los puntos de acceso de servicio en el núcleo de la red no están preparados para manejar todo lo proveniente de estas estaciones de telefonía móvil mejoradas.
Las cargas de TI en estas instalaciones requieren un suministro eléctrico considerablemente mayor que el requerido por las oficinas centrales del pasado.
Por ello, los operadores deberían ser conscientes de la eficiencia de sus equipos y hacer la transición a sistemas de alta eficiencia en cuanto sea posible.
Ahora es el momento de dar prioridad a la visibilidad y el control remotos para facilitar una gestión de la capacidad más sofisticada y eficiente.
Este es un punto importante. A medida que la red se expande y más usuarios comienzan a aprovechar las aplicaciones 5G, aumentará la computación en el punto de acceso de servicio y la potencia consumida.
La incertidumbre de la carga eléctrica en estos nuevos sitios en el núcleo supone una nueva complicación para los operadores de telecomunicaciones acostumbrados a la previsibilidad de sus facturas de electricidad.
La visibilidad necesaria para una gestión más inteligente de la potencia para la 5G
Con una gestión inteligente de la carga integrada en su infraestructura de potencia, los operadores pueden comprender mejor la variabilidad de la carga y conocer dónde se consume la potencia, justo en el disyuntor o fusible.
Con dicho nivel de visibilidad, los ingenieros de red pueden tanto anticiparse como planificar aumentos de capacidad, así como agregar equipo y capacidad según se necesiten.
La gestión inteligente de la carga puede alertar a los operadores cuando la carga alcanza un límite predeterminado relacionado con la capacidad o cuando una carga determinada aumenta de 300 A a 400 A, y permite que la organización pueda ordenar equipo mucho antes de que la situación se vuelva crítica.
Una vez más, todo esto es nuevo para la mayoría de compañías de telecomunicaciones.
Estos aumentos de capacidad están relacionados directamente con la transición tanto a la red 5G como a toda la computación y el procesamiento que tienen lugar en estos centros de conmutación, así como los routers, los procesadores y los servidores que lo hacen posible.
Por lo general, escuchamos a los operadores decir que se ha agregado tanto equipo a las instalaciones centrales que no pueden estar al tanto de todo.
La gestión inteligente de la carga resulta útil, al ofrecer imágenes en tiempo real del equipo agregado y los patrones de crecimiento a lo largo del tiempo.
Las implicaciones energéticas de la 5G incluyen, también, más TI
La consultora 451 Research considera la red 5G como “la actualización de la red más impactante y desafiante que haya enfrentado la industria de las telecomunicaciones”.
No solo es hacer lo que la red siempre ha hecho, sino también hacerlo mejor.
Presenta un nuevo nivel de TI que es fundamental para la promesa de la red 5G y las implicaciones – energéticas y de otros tipos – son profundas y de amplio alcance. Además, está cambiando la antigua oficina central para siempre.
¿Cómo gestiona su organización el cambiante perfil de capacidad de su punto de acceso de servicio?