La hiperautomatización implica importantes desafíos de liderazgo, manejo y protección de datos, conocimiento, marco legal y conectividad.
Por Rodrigo Acevedo
Gerente general Entersoft
Como hoy es sabido, la pandemia obligó a acelerar la digitalización y automatización de procesos.
Actualmente estamos inmersos en lo que se conoce como hiperautomatización, es decir, la utilización de un poderoso conjunto de tecnologías digitales que transforman la manera de hacer las cosas dentro de las organizaciones y empresas de todas las industrias.
Según Gartner, el mercado de herramientas y tecnologías de hiperautomatización está creciendo rápidamente en el ámbito mundial:
- En 2020 superó los US$ 481.600 millones
- Este año podría llegar a los US$ 532.400 millones
- Y en 2022 superaría los US$ 596.600 millones
En general, se trata de herramientas que permiten a las empresas automatizar rápidamente sus procesos, como:
- La Inteligencia Artificial (IA) y/o el aprendizaje automático (machine learning)
- La gestión de procesos empresariales (BPM)
- Analítica avanzada
- Y automatización de procesos robóticos (RPA)
Ciertas condiciones aplican
No obstante, no se puede usar tecnología porque sí. Detrás debe haber una estrategia y una visión que las soporte y lleve adelante una gestión del cambio transversal e inclusiva dentro de la organización.
Los beneficios que puede aportar la tendencia de la hiperautomatización no solo se vincula con el ahorro de costos sino, también, con:
- La excelencia operativa
- Además de flexibilidad
- Optimización de la productividad
- Integración y mejora del retorno de la inversión
Al respecto, citando a Gartner nuevamente, la consultora asegura que, de aquí al 2024, las organizaciones podrían disminuir sus costos operativos en un 30% al combinar tecnologías de hiperautomatización con procesos operativos rediseñados.
Lo cierto es que la hiperautomatización recién parte e implica importantes desafíos de:
- Liderazgo
- Ciberseguridad
- Manejo y protección de datos
- Conocimiento
- Marco legal
- Y conectividad
Corolario
Lo más importante es crear una cultura tecnológica apta para diseñar una estrategia acorde: además hay que ser capaz de:
- Implementarla
- Mantenerla
- Proyectarla en el tiempo
- Y humanizarla
Porque automatizar no significa reemplazar a las personas.
Muy por el contrario, éstas deben ser el foco para mejorar no sólo y únicamente su trabajo diario sino, también, su calidad de vida.