Quizás usted crea que sabe cuáles son las ciudades con más videovigilancia del mundo. Piense otra vez. El Covid cambió muchas cosas. Incluso eso.
Sistemas políticos liberales como la mayoría de los europeos han generado normativas y límites que, consideran, abordan equilibradamente el asunto medular de la ética y la privacidad de los ciudadanos, en lo que al monitoreo de ciudades se refiere.
Sin embargo, el asunto crucial de Seguridad vs. Libertad es ontológico e infinito. Y el Covid añadió la gasolina del miedo al debate de las ciudades (y las personas) videovigiladas.
Sobre todo porque las posibilidades de la tecnología actual, en general, exceden nuestra imaginación.
Así que, gracias a la pandemia hoy tenemos:
- Desde el control de temperatura en accesos…
- … hasta seguimiento de contactos estrechos por Covid-19…
- … las cámaras fueron perfeccionándose e incorporando más y mejores funciones de inteligencia artificial durante la pandemia.
Y muchos lo agradecen. Después de todo, el SAR-CoV2 es un asesino no muy silencioso y los expertos aseguran que, sin equilibrio ecológico en nuestro modo de vida, la del COVID-19 no será la única pandemia que veremos. Y no tendremos que esperar cien años. O cincuenta.
Gestión de riesgos
Ahora que lo que Lucía como ciencia ficción se ha transformado en historia contemporánea, no es de sorprender que lo que parecía imposible en los inicios de la pandemia ha dejado de serlo.
Así, a principios de 2020, cuando las noticias indicaban que ciudades de China implementaban la ciberseguridad para trackear y controlar su población para evitar más contagios de Covid-19, parecía algo difícil de hacer, allí y para el resto del mundo.
No obstante, hoy en día y gracias a potentes algoritmos que trabajaban con detección de rostro, los ciudadanos monitoreados por numerosas cámaras instaladas en diversos puntos de las ciudades, ingresaban a las bases de datos para el seguimiento en la enfermedad.
“China lidera ampliamente el top 20 de las ciudades más tecnológicas. En Shanghai y Beijing se pueden encontrar más de un millón de cámaras. Otros polos tecnológicos muy grandes en lo que se refiere a monitoreo/videovigilancia son Londres, Corea del Sur y Japón, pero China lidera por lejos”, comenta Maximiliano Sanmarco, Regional Training Manager LATAM de Dahua Technology.
San Marco destacó que, en una población tan extensa como la China, con tanto territorio, ni guna fuerza de seguridad (aunque fuera civil y voluntaria) sería suficientes pues “los números” del gigante oriental no tienen comparación con ningún otro país. Ni siquiera en la parte super poblada del Asia.
IA y videovigilancia en la era del COVID-19
No obstante, no fue el Covid la razón de que los avances hoy vigentes estén donde estén: desde el 2015 empezó a asomar la Inteligencia Artificial (IA) como recurso de la videovigilancia.
Se detectó que los datos estructurados en la misma no solo permitían monitorear sino, también, extraer información adicional.
De hecho está proyectado que, gracias al aprendizaje que permite el actual desarrollo, haya un crecimiento anual sostenido de la IA en un 20% de acá al 2027 aproximadamente.
“[La videovigilancia] Es una tecnología que está acaparando más lugar en todas las ciudades y en los proyectos de ciudades inteligentes. Lo bueno de la IA que nos da todos los datos estructurados para llegar a hacer análisis detallados y mejorar, en general, todo el funcionamiento de la ciudad”, refiere el especialista. .
Maximiliano San Marco destaca, también, empezaron a sumarse otro tipo de tecnologías que intervienen en la calidad de la imagen en sí, hablando de:
- Resoluciones de 4K;
- Tecnologías full color para monitorear 24/7…
- … a color sin importar la luz que haya en el lugar.
“Cuando surgió el Covid-19 y comenzó la pandemia, China muy rápidamente desarrolló tecnologías direccionadas a monitorear la temperatura en el cuerpo humano. La tecnología de cámaras térmicas ya existía pero no era muy precisa y estaba orientada a industrias. Ya es muy común tener esto en los accesos de la ciudad.” completa Sanmarco.