El día más esperado por los eConsumidores es también la fiesta conmemorativa del DDoS del año. Evite que el Black Friday se convierta un un muy mal día.
Por: Bruna Wells
Channel Sales Director Latam de A10 Networks
Las Espadas ya están en alto. El próximo 24 de noviembre comenzará el Black Friday – Viernes Negro – y, con él, la temporada de compras navideñas.
Millones de personas se preparan para gastar su dinero sin salir de casa, a golpe de ratón, y adquirir los gadgets y juguetes tecnológicos más innovadores, la ropa más deseada y, por qué no, los automóviles o viajes más demandados.
Todo con increíbles descuentos que pueden llegar hasta el 50%.
Sin embargo, con el Black Friday llegan también los ataques cibernéticos: una lacra que en forma de desafío global amenaza con aguar la fiesta, y no solo a aquellos compradores más ingenuos o inexpertos, sino a cualquiera persona o comercio con presencia en Internet.
Lo más “in”, lo que más se lleva en el mundo de los hackers es obtener información personal y, en este sentido, los ciberdelincuentes saben dónde y cómo conseguir las mejores ofertas.
Empieza el Black Friday… para los hackers
La ilusión por ganar la carrera y ser el primero en adquirir la mejor oferta online puede hacer que bajemos la guardia para acabar siendo víctimas de, por ejemplo, estafas de phishing o correos electrónicos promocionales falsos.
Ante tal panorama, ahora más que nunca es preciso garantizar que toda nuestra información personal está protegida frente a ataques o amenazas. Esto supone no hacer clic en enlaces dudosos pero, también contar con contraseñas sólidas y protegidas por medio de un doble factor de autenticación (verificación en dos pasos) que añada una capa de seguridad adicional a la cuenta.
Asimismo, es aconsejable un buen antivirus y, adicionalmente, un software que pueda detectar el tráfico de Internet de manera conveniente.
Ciertamente, el cibercrimen le supone a la economía mundial miles de millones de dólares.
Según detalla Boston Consulting Group en su estudio The Global Risks Report 2016, el cibercrimen representa en la economía global aproximadamente US$ 575.000 millones al año, lo que constituye el 0,8% del PIB mundial.
En Latinoamérica, según la consultora, el gasto alcanzó los US$90.000 millones: el 1,6% del PIB regional.
No obstante, ante tal cadena de desgracias, también hay lugar para la ilusión. Efectivamente, asaltos como los perpetrados por la botnet Mirai – utilizada para alimentar ataques DDoS colosales – han originado una mayor concienciación por parte de las empresas en materia de seguridad.
Mediante el uso de una herramienta de mitigación DDoS eficaz es posible separar todo el tráfico entrante, distinguiendo a los humanos de los bots.
Además, es importante tener un plan de respuesta de emergencia mientras se hace un buen uso de la tecnología anti-DDoS, ya que los ataques siempre saldrán de la nada y es clave reaccionar de manera eficiente.
Tácticas de seguridad: distrayendo al enemigo
El malware es una amenaza importante por lo que inspeccionar el tráfico cifrado debería ser suficiente para poder detenerlo antes de que se afiance.
A menudo, los tipos de malware más peligrosos utilizan el cifrado para ocultarse de los sistemas de seguridad empresariales, lo que deja a las empresas vulnerables ante los ataques.
Por otra parte, muchas soluciones están desactualizadas y no pueden detectar el malware por lo que, para una mejor defensa, es importante contar con la protección más actualizada y poderosa en la red.
A este respecto, debemos aclarar que esta seguridad de alta calidad no tiene por qué ser perfecta.
La protección en la red solo tiene que ser lo bastante efectiva como para desanimar a los hackers.
Se espera que durante el próximo Black Friday los minoristas recibirán una gran cantidad de tráfico. En este sentido, hay muchas soluciones para elegir que pueden ayudar a gestionarlo todo.
Sin embargo, es importante que los minoristas se aseguren de que su protección de datos esté actualizada pero, también, que los consumidores conozcan los datos que están entregando y, sobre todo, a quién se los están proporcionando.
Black Friday es una oportunidad única para consumir y comprar regalos, pero es importante saber en lo que se está gastando, ya que a veces termina siendo algo más que dinero.