Si bien los vehículos autónomos terrestres le han restado visibilidad a los drones, la potencialidades de uso de esta tecnología empuja sus avances.
Vía PC World en Español | Por William Peña
Analistas estiman que los usos de estos vehículos en la banca, para la agrotech así como para el desarrollo urbano pueden superar largamente los militares que le dieron vida.
Pero también hay quienes, mirando a la ciencia ficción, esperan drones cada vez más funcionales, pequeños y autónomos en nuestro futuro.
Alcanzar estándares “Skynet” ha impulsado modificaciones tanto en el hardware como en los algoritmos del software que permitan que logremos la próxima generación de drones, es decir, diseñar prototipos de drones que no sean mayores a las yemas de los dedos.
Pero un avance de este tipo requiere que se puedan reducir los componentes en niveles de minituarización en especial el cerebro mismo de los dispositivos: su chip.
Y el interés es tan grande que un grupo de ingenieros del MIT (Massachusetts Institute of Technology) parece haberlo logrado un avance para acortar los procesadores con una metodología llamada Navion, que se basa en el diseño de un algoritmo de baja potencia en un hardware especializado.
Un avance para todos
La contribución clave de este trabajo pasa por el diseño del hardware y los algoritmos. “Además, podemos lograr ahorros de energía substanciales. Estamos descubriendo un nuevo enfoque, que implica pensar en hardware y algoritmos de forma conjunta para reducir el tamaño del chip”, dijo Sertac Karaman, profesor de aeronáutica y astronáutica del MIT.
Este nuevo chip procesa imágenes de flujo a 20 fotogramas por segundo y realiza automáticamente comandos para ajustar la orientación del Drone. Y esto, utilizando poco menos de dos vatios de potencia.
Con este desarrollo, se está dando un gran paso para diseñar el Drone más pequeño e inteligente del mundo. Entre sus utilidades, se prevén misiones de respuesta a desastres y de búsqueda y rescate, así como nuevos usos en la electrónica de consumo.
Los prototipos actuales de microdron son lo suficientemente pequeños como para caber en la punta de los dedos de una persona. Además, son extremadamente ligeros, solo requieren un vatio de potencia para despegar del suelo. Sin duda, habrá que esperar para ver como los nuevos drones se integran en el mundo del IoT, comenzando por integrarse (de algún modo) a nuestros smartphones quizás “liberando” la cámara para hacer fotos y grabaciones a cierta distancia.