Western Digital, socio de la japonesa Toshiba en el negocio de memorias intenta con un arbitraje bloquear la venta a terceros.
CIO AMÉRICA LATINA | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
Quizás en Toshiba celebraron antes de tiempo que un buen número de las ofertas que estaban recibiendo por su legendario negocio del dispositivo que inventaron: las memorias flash.
Ahora, la aparente negativa de darle prioridad en la venta a su socio, Western Digital, podría paralizar el proceso por tiempo indefinido, con consecuencias catastróficas para la empresa japonesa.
Como se sabe, la decisión de vender la legendaria unidad de microchip de Toshiba (el segundo mayor fabricante mundial de chips NAND) no es más que un intento desesperado de su Junta Directiva de cubrir las pérdidas en el negocio nuclear en Estados Unidos, actualmente en proceso de bancarrota.
Las pérdidas de Toshiba – Westinghouse Electric Co. ascienden a US$9.000 millones por lo que la empresa requiere al menos el doble: unos US$18.000 millones para subsanar la situación según estimaciones de la agencia Reuters.
Oficialmente, la empresa ha reconocido en un comunicado una pérdida neta anual de US$8.400 millones (950.000 millones de yenes) y un patrimonio neto negativo de 540.000 millones de yenes.
Muy por debajo
Y es precisamente en la parte de la negocio monetaria – entre otras cosas – lo que genera el impasse con su socio y actual dueño de SanDisk.
Según fuentes de medios financieros que siguen la operación, la oferta de Western Digital estaría muy por debajo de la realizada, por ejemplo, por Apple y Foxconn, así como algunos otros oferentes.
“El intento de Toshiba de convertir sus intereses de joint venture en un afiliado y luego vender ese afiliado está explícitamente prohibido sin el consentimiento de SanDisk“, dijo Steve Milligan, CEO de Western Digital, en un comunicado, citando los acuerdos de joint venture que tiene SanDisk con Toshiba.
El arbitraje, que podría celebrarse en San Francisco de acuerdo con los acuerdos, probablemente retrasará los planes de Toshiba.
La empresa se encuentra presionada tanto por sus inversores en la Bolsa de Tokio como por el gobierno japonés que ha realizado algunos desembolsos para estabilizar a Toshiba y algunas otras de las que los medios japoneses empiezan a llamar “empresas zombies”.