El gasto en robots, según la Guía Mundial de la Robótica de IDC, alcanzará 188.000 millones de dólares en 2020, debido al mercado en expansión.
Robots comerciales e industriales, junto con los drones y los servicios relacionados con robots, supondrán la mayor parte del gasto en robótica. Esto se vio con fuerza en el recién culminado #CES 2017, donde los robots desarrollados por compañías de electrónica como LG o Amazon.
Pero aunque estos aparatos enfocados al consumidor doméstico tienen su interés, son sólo un anticipo de la importancia que alcanzará la robótica en pocos años.
El informe de IDC tiene en cuenta diversos segmentos del mercado de la robótica como robots de consumo, industriales y de servicio; hardware como sensores, servidores y almacenamiento; software de control, de infraestructura de red y aplicaciones específicas robóticas.
A ellos se unen servicios tales como administración de aplicaciones, educación y capacitación, modificaciones de instalaciones, implementación y soporte de hardware, consultoría de red, administración e integración, consultoría de operaciones y tecnología e integración de sistemas.
IDC apunta que estos aparatos comerciales e industriales, junto con los drones y los servicios relacionados con robots, acapararán el gasto en en dicha rama dentro de sólo tres años.
“Este crecimiento está alimentado por una combinación de mejoras tecnológicas, ampliación de los casos de uso y la aceptación en el mercado.
Las innovaciones en el campo de la robótica, con robots que se pueden utilizar para realizar una gama más amplia de tareas, está ayudando a impulsar la adopción de la robótica en una base más amplia de industrias”, explica John Santagate, director de investigación de cadena de suministro de IDC Manufacturing Insights.
Otro estudio, presentado por el proyecto Robo Law, entidad de la Unión Europea que se dedica a regular la tecnología robótica emergente con respecto a la ley y ética, señala que la creciente implementación de robots en las operaciones de empresas de varios sectores, podría generar un impacto de más de $ 4,5 trillones por año a partir del 2025.