Nube y movilidad es un engranaje perfecto, más cuando se cuenta con una red óptica que asegure la conexión entre los grandes centros de almacenamiento y procesamiento de informaciones, los Data Centers entre sí y los diversos dispositivos que están esparcidos por el mundo, sean fijos o móviles.
CIO América Latina|Mario Augusto Beroes Ríos|@marioberoes22
Los expertos consideran que para que las redes inalámbricas estén siempre disponibles y lleven el acceso hacia los dispositivos móviles en cualquier lugar, es necesaria una red óptica segura, confiable y con alto desempeño. Por lo menos este es el criterio de Diego Martín, gerente comercial de Furukawa para el Mercosur, quien asegura que el engranaje perfecto existe: Nube y movilidad.
Considera Martín que ambos evolucionan y maduran juntos y están tan enraizados en el día a día de las personas, que ni nos damos cuenta de cuan compleja se torna esa estructura.
“El advenimiento de la movilidad no es exactamente nuevo, ya que las personas llevan sus notebooks en viajes hacia varios lugares desde hace ya muchos años. La diferencia es que fue agregada al universo de la movilidad. Los smartphones, tablets y notebooks están más conectados y paralelamente en una red de acceso enorme, en una revolución que ninguna otra industria vio en toda la historia”.
-Eso suena muy bien en países que cuentan con sistemas de redes inalámbricas en perfectas condiciones, pero en América Latina cómo asumirlo, sabiendo que hay zonas o regiones con problemas de conexión o que no lo están
-En América Latina estamos en ese proceso de integrar toda la región. Han habido grandes avances y Furukawa es líder en ese proceso de enrutar con fibra óptica las naciones que componen nuestro continente. No te niego que es algo difícil, costoso y con algunos problemas que tenemos que resolver, pero, por lo menos la empresa a la que represento, está poniendo lo mejor de si para lograr ese engranaje perfecto entre Nube y movilidad.
Fíjate que ahora Ahora no buscamos un enchufe para conectar el modem. Ahora buscamos cobertura de señal Wi-Fi o 3G, como algo natural. Se volvió mandatorio para la continuidad de los negocios y comunicación entre las personas, con el Internet de las Cosas (IoT) ganando espacio, y se suma a todo esto la conexión de una infinidad de nuevos dispositivos.
Para acompañar esa enorme cantidad de información que transita en la red, solo una infraestructura de procesamiento y almacenamiento plenamente disponible es capaz de acompañar el ritmo. La computación en la Nube se desarrolla para atender esa demanda en movimiento.
-¿Cómo cree que la computación en la Nube se ganará la confianza del usuario?
–Sí, todavía la sensación de guardar informaciones privilegiadas en un “éter” es aún un hecho incómodo para muchos.La Nube es también un ícono para representar el concepto. Frecuentemente encontramos la figura de la nube en artículos, diagramas y presentaciones. A pesar de representarlo muy bien, vale la pena examinarla con una lupa para entender un poco mejor cómo está formada.
La computación en Nube es una gran virtualización, conceptualmente se asemeja a aquella utilizada en Data Centers para servidores, pero trabajando a nivel global. Y la virtualización no solo de servidores, sino de almacenamiento y aplicaciones que pueden estar en cualquier lugar del mundo, en cualquier Data Center, de forma transparente para quien utiliza los servicios. Una de las últimas fronteras donde la virtualización está llegando es el SDN (Software Defined Network). El exámen minucioso de la nube y movilidad por nuestra lupa ya muestra que posee diversos puntos dispersos y que tiene la capacidad de almacenar y procesar informaciones: los Data Centers.
El directivo de la empresa brasileña continúa explicando que los Data Centers son estructuras complejas donde las operaciones en la Nube efectivamente suceden de forma virtual, administradas por softwares extremadamente sofisticados.
“La enorme dependencia de ellos exige una alta disponibilidad. Dentro del Data Center también hay una estructura de varios servidores, storage y switches, que están conectados por una malla de cableado capaz de llevar señales a velocidades altísimas. Los equipos en esos ambientes transmiten informaciones en tasas de 10Gb/s hasta 40Gb/s o 100Gb/s y procesan datos en niveles que serían imposibles de imaginar poco tiempo atrás. La conectividad física de esos ambientes es igualmente importante para la computación en nube y debe estar preparada para los próximos peldaños de 400Gb/s hasta 1Tb/s”.