Los servicios financieros están experimentando profundas transformaciones de la mano de la tecnología más vanguardista cuyas innovaciones y las de modelos de negocio están llamadas a jugar un papel clave en la transformación del sector tal y como lo conocíamos hasta ahora.
Por Andrés Fontao, Managing Partner de Finnovista.
Es indudable que el sector Fintech está cambiando la forma en que entendemos el sector financiero. Actualmente el sector financiero se enfrenta a grandes desafíos. Uno de ellos es adaptarse a la revolución digital donde las startups Fintech se han posicionado como las principales propulsoras del cambio, obligando a los actores más tradicionales a evolucionar al mismo ritmo. Las instituciones financieras están muchas veces inmersas en rutinas internas que inhiben la innovación. Así, existen dos estrategias en las entidades para hacer innovación: optar por la innovación abierta en colaboración con startups, o contemplar la innovación como un recurso interno sin necesidad de vincularse con dichas startups del sector Fintech.
Desde Finnovista creemos que la Innovación Colaborativa es la forma más eficiente de innovación para el mundo financiero. Está demostrado que la innovación interna como única forma de innovación no es lo suficientemente rápida para ir en línea con las necesidades del mercado y los avances de la tecnología. La mejor forma de innovación para las entidades financieras es la combinación de procesos de innovación interna con externa.
La clave en este sentido es encontrar la fórmula de innovación abierta que más se adapte a cada una de las entidades en función de su filosofía y su predisposición al cambio. Programas como los hackathons, las conferencias como FINNOSUMMIT, las competencias de startups, las aceleradoras o los corporate VCs son distintas soluciones de Innovación Colaborativa entre las que las entidades financieras pueden elegir.
La dificultad, sin embargo radica en elegir la estructura que dirija a la organización hacia el cambio y la obligue a moverse fuera de su zona de confort. El verdadero desafío es que las instituciones financieras aprendan y sean capaces de hacer cambios culturales y organizativos que fomenten la innovación, la experimentación y la colaboración con startups de su entorno.
BBVA, Gentera o Silicon Valley Bank son un claro ejemplo del éxito de este tipo de innovación abierta y sus respectivos análisis y modelos podrán ser estudiados el próximo 20 de septiembre en FINNOSUMMIT en Ciudad de México, donde se profundizará en cómo la colaboración de las entidades tradicionales con otras organizaciones públicas y privadas, competidores, emprendedores, clientes o inversores debe convertirse en uno de sus pilares principales dentro de su estrategia digital para lograr sobrevivir a los nuevos tiempos.