La televisión “paga”, o TV por suscripción en el continente continúa su crecimiento. A pesar de los tímidos intentos de entrada de Netflix y otras compañías de televisión por Internet o “streaming”, el cable y el satélite siguen gobernando el gusto del televidente, o de los que poseen un aparato de televisión entre México y la Patagonia. Y esto se debe, en primer lugar al problema de las divisas y los costos de tener que cancelar en dólares un servicio, y en segundo lugar, y quizás más importante, el problema de la conectividad, que sigue teniendo graves problemas en casi todos los países latinoamericanos.
CIO América Latina/Mario A. Beroes Ríos
Datos de Bussines Bureau, reflejados en el portal Mediatelecom, dan a conocer que en América Latina hay 85,27 millones de suscriptores, que fueron censados durante el primer trimestre de 2015. Esto representa una penetración del 52%, incluyendo tanto las suscripciones legales, ilegales y las no reportadas.
Entre suscriptores legales e ilegales, Business Bureau, proyecta que el mercado de televisión de paga en América Latina sumará más de 107 millones de suscriptores para 2019, con lo que alcanzará más de 64% de penetración con un crecimiento del 5,8% interanual.
Las cifras de la consultora muestran que Argentina tiene la mayor penetración (84%), seguida por la región del Caribe (Aruba, Barbados, Curazao, y Trinidad y Tobago con 79%), en tercer lugar se encuentra Venezuela con 73%, Uruguay tiene 64%, mientras Chile y Puerto Rico comparten lugar con el 62%.
Por otra parte, los países con más alto índice de piratería son Bolivia, con casi el 25%, seguido de Guatemala, Nicaragua y República Dominicana, todos con 20%.
Que llegue el momento en que estos números comiencen a decrecer es posible, pero no será en el corto o mediano plazo. Mientras la conectividad y el servicio de Internet en la región continúe con baches, la TV paga seguirá manteniendo las preferencias del suscriptor latinoamericano.