Un estudio revela que el cambio a los pagos electrónicos en Colombia progresa, pero aún queda mucho camino por recorrer para todas las partes que conforman el ecosistema de pagos digitales– tanto del sector privado como del sector público.
Según el reporte, esfuerzos como los pagos de gobierno a gobierno ya son 100% realizados de manera electrónica, los pagos de impuestos y facturas reflejan un avance mucho más lento, y los pagos de los consumidores presentan el mayor riesgo para lograr una estrategia de digitalización. Esto último, en parte debido a la limitada inclusión financiera. Este estudio deja claro cuáles son las acciones sobre las que los actores deben enfocarse para lograr un mayor progreso hacia la transición a los pagos electrónicos.
Este diagnóstico se dio a conocer hoy por la organización compuesta por miembros de entidades públicas y privadas y de la cual El Fondo de Desarrollo de Capital de las Naciones Unidas actúa como secretaría, conocida como la Alianza Better Than Cash (BTCA, por sus siglas en inglés). Sus representantes, en conjunto con el Ministerio de Hacienda de Colombia, realizaron un evento para debatir el tema junto con los actores privados y públicos que conforman el ecosistema para los pagos digitales en el país.
Colombia no es el único país implementando estos cambios. En un estudio realizado previamente por Better Than Cash Alliance, se dio a conocer que el Gobierno de México estaba ahorrando un total aproximado de hasta 17 mil millones de pesos mexicanos al año gracias a un esfuerzo concertado y bien planificado de cambio a la distribución electrónica de las nóminas, las pensiones y las prestaciones sociales que paga el estado.
Mercado en transición
“Ya hemos realizado la transición del efectivo al electrónico en la mayoría de los canales de pagos de gobierno y estamos comprometidos en hacer la transición del resto en donde sea posible”, dijo Andrés Escobar, Viceministro Técnico de la cartera para el Ministerio de Hacienda de la República de Colombia. “Debido a que reconocemos los beneficios de los pagos electrónicos para los individuos, los negocios y la economía en conjunto, continuamos definiendo regulaciones y apoyando el uso más amplio de pagos electrónicos en la economía. Convertirnos en un país miembro de la Alianza Better Than Cash nos conecta con otros países alrededor del mundo que reconocen los beneficios de los pagos electrónicos para una mayor eficiencia y transparencia, y como un recurso para promover una mayor inclusión financiera”.
El liderazgo del gobierno ha sido un factor importante en el progreso a la fecha. Los pagos de gobierno – ya sea del nivel federal al nivel de estatal y municipal, salarios, transferencias sociales a individuos y pagos a proveedores – son en su mayoría electrónicos (94% por valor, 76% por volumen). Los pagos masivos en el sector privado también están en transición (47% por valor, 29% por volumen), pero hay oportunidades para acelerarlos, por ejemplo al motivar a los negocios en transferir los pagos de nómina y de proveedores a un formato electrónico. Hay espacio considerable para cambiar pagos de impuestos y cuentas, que actualmente son hechos de manera electrónica al 63% por valor y solo al 21% por volumen, según el reporte.
La transición que tiene el camino más grande por recorrer es la de las compras del consumidor. El reporte encuentra que esto sucede por los altos costos para que los comerciantes se inscriban a programas de pagos con tarjeta, un valor limitado de propuestas para que los bancos expandan sus redes e instrumentos de pago, bajos niveles de acceso a tarjetas de débito para los consumidores y la incapacidad de los comerciantes en retener el impuesto de valor agregado.
“Colombia ha contado con un enorme progreso en la transición de pagos en efectivo a electrónicos, en pagos masivos y también en sus programas de prestaciones sociales que están conectando a muchas personas por la primera vez a cuentas bancarias. Lo que es particularmente emocionante es el compromiso que ha hecho el gobierno para impulsar ese cambio, trabajando en colaboración con otros, incluyendo empresas y proveedores de pagos para abordar los obstáculos importantes a la transición”, dijo Beth Porter, asesora de política para inclusión financiera del Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Capitalización (UNCDF, por sus siglas en ingles) y asesora de la Alianza Better Than Cash.
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