El malware publicitario para móviles va más allá de los simples banners, alerta la firma de seguridad Bitdefender, por palabras de uno de sus analistas principales, Bogdan Botezatu. Muchos pueden creer que el “adware” (publicidad infectada) solo supone algunos banners o ventanas emergentes que aparecen cuando utilizamos un programa, pero este tipo de virus para móviles llega más lejos que sus antecesores para PC.
“Las aplicaciones de escritorio se aíslan y el navegador no conoce tus contactos de email. Sin embargo, Android está muy integrado y cuando aparece un virus en el móvil, fundamentalmente intenta manejar el dispositivo”, explica este analista.
En el desktop, el navegador no puede tener acceso a las aplicaciones instaladas. “Es básicamente un compartimento estanco y no puede ver detrás del browser”, añade. Mientras el navegador ve los sites, el usuario puede recibir y ver instaladas cookies, pero que no tendrán acceso al correo cliente ni podrá indagar en los contenidos. “En el móvil, si una aplicación tiene permisos, puede entrar en tus contactos, cuentas de correo y ver otras aplicaciones instaladas”, explica el experto.
Como existe esta brecha, Botezatu cree que se trata de una cuestión de educación. “Ha habido una mala política de marketing que ha provocado el adware”, denuncia.
Para ayudar a los usuarios a manejar el problema, Bitdefender va la lanzar próximamente Clueful para Android, que es un puerto de la propia app y que se presentó para sistemas iOs el pasado año. Más allá del adware, la otra área de preocupación para los especialistas es el dispositivo embebido.
Ejemplifica diciendo que “un par de tipos, que decidieron mantenerse en el anonimato, recientemente realizaron una prueba de seguridad a Internet y es posible que sea la última vez que puedan hacerlo, porque el año próximo tendremos IPv6 y las cosas cambiarán”.
Lo que hicieron los piratas fue crear una pieza de software para sondear direcciones IP, enviaban un reclamo y, si los dispositivos respondían, intentaban iniciar sesión con credenciales falsas. En este intento, asegura Botezatu, lograron comprometer un par de millones de routers, dispositivos de seguridad, televisiones inteligentes y otros dispositivos. “Es algo preocupante, porque también contaban con los nombres de usuario y contraseñas”, subraya.
Esto vuelve a demostrar que, en general, no prestamos suficiente atención a la seguridad de red. “Me preocupa porque es un mercado que actualmente no está ocupado por ningún producto antivirus”, insiste. “Después de todo, no podemos conseguir seguridad antivirus para los routers”, concluye.