Según IDC, no será hasta la segunda mitad del año cuando la industria de discos duros retornará a la senda del crecimiento, el cual se estima en torno al 10 por ciento anual de aquí al año 2016, estimulado en gran parte por la demanda de discos duros en estado sólido (SSHD) híbridos.
Tras un difícil 2011, en el que las inundaciones de Tailandia provocaron que el mercado mundial de discos duros registrase una caída en ventas del 4,5 por ciento, parece que las aguas vuelven a su cauce. Así lo cree IDC, que espera que la producción de discos duros y componentes regresará a los niveles de producción previos al desastre en la segunda mitad de este año, haciendo que la industria vuelva a registrar un crecimiento de ventas del 7,7 por ciento en 2012 y una tasa de crecimiento anual compuesta del 9,6 por ciento hasta el año 2016.
Para IDC no todo ha sido negativo para esta industria, ya que los problemas de suministro han provocado un aumento de los precios de los discos duros, situación que los fabricantes están aprovechando para reajustar sus márgenes y recuperar parte de la fuerte erosión de precios que se inició en 2009. Es más, la consultora prevé que el crecimiento del volumen de ingresos de los discos duros superará al de las ventas en 2012. En base a esta premisa, y suponiendo que la industria tiene éxito con las unidades en estado sólido (SSHD) híbridas, los ingresos podrían acercarse a los 50.000 millones de dólares en 2016.
“En muchos aspectos, la industria de discos duros ha dado al botón de ´reset´”, explica John Rydning, vicepresidente de investigación de unidades de disco duro en IDC. “El restablecimiento de la estructura de la industria de discos duros debería permitir a sus participantes reducir poco a poco los precios de discos duros desde los niveles actuales a un coste que todavía ofrezca valor a los clientes, y que al mismo tiempo asegure financiación suficiente para desarrollar nuevas tecnologías necesarias para mejorar la capacidad, el rendimiento, la fiabilidad, el consumo de energía y la seguridad de los discos duros. Sin embargo, a largo plazo, el crecimiento de los ingresos sólo se realizará si el resto de participantes se transforman en proveedores de dispositivos y soluciones de almacenamiento con una amplia gama de productos para una amplia variedad de mercados”.
Uno de los temas importantes que afectan a este mercado es el cambio en la demanda de discos duros en los dispositivos cliente. Mientras que las PC seguirán representando el principal mercado de discos duros en términos de unidades vendidas, se espera que los ingresos derivados de este segmento disminuirán en los próximos cinco años. En contraste, la demanda de discos duros de almacenamiento personal, almacenamiento de nivel de entrada, y especialmente en aplicaciones empresariales, es cada vez mayor. La implicación a largo plazo es que el almacenamiento empresarial en algún momento se convertirá en el principal consumidor de discos duros.
Finalmente, en lo que respecta a la intensa batalla con las unidades en estado sólido (SSD) en las PC portátiles, aunque éstas ofrecen algunas ventajas de rendimiento sobre los discos duros convencionales, los precios de las SSD sigue siendo un inhibidor para la adopción de nuevas PC. Para ganar esta batalla, los fabricantes de discos duros tendrá que convencer a los fabricantes de PC de que las SSHD híbridas ofrecen una solución más asequible para mejorar el rendimiento del equipo y la capacidad de respuesta frente a otras soluciones.