Microsoft está preparando la muestra del 2010 esta semana en su Professional Developers Conference. El vendedor debe sentir que se le están acabando las funciones por añadir al ampliamente difundido paquete de aplicaciones de escritorio, o agunos ángulos para ajustarlo. Es raro pensar en una regresión a inicios de los 90 y más justamente ahora que notablemente llega la primera versión de Office para Windows en la fecha establecida.
Aunque Microsoft a menudo es visto por tener un plan maestro para amarrar a los clientes ante sus rivales, se rumoraba que el conjunto de aplicaciones había sido impulsado en parte por los planes del SmartSuite de Lotus, una colección rival que contenía la hoja de cálculo 1-2-3 con el procesador de texto Ami, el programa de presentaciones Freelance Graphics, la base de datos Approach y el cliente de correo electrónico cc:Mail. Sin embargo, en respuesta, Microsoft juntó Word, Excel, PowerPoint y Mail. Desde entonces, Office ha sido un elemento común de los negocios modernos como lo fue la máquina de escribir en los años 60.
A menudo se ha argumentado que Microsoft solo hace las mejores segundas aplicaciones en su categoría, aunque a veces me lo he cuestionado. Otros dicen que Microsoft le dio una bofetada a su rival ISVs, diciéndole que se enfocara en OS/2 mientras todo el tiempo sabía que el empuje real sería hacia Windows. Cualquiera que fuera el meollo del asunto, Microsoft Office le dio a Lotus un gran susto y ayudó a que otros quedaran abandonados y aislados del software de negocios para PCs como Borland, Ashton-Tate, WordPerfect y SPC.
Probablemente tengo más simpatía hacia Microsoft que muchos, habiendo observado de primera mano el deleite de ese crecimiento desde los programas en DOS y revelando la creatividad mostrada por la GUI y funciones ingeniosas como impresión de sobres. Las nuevas versiones de Office fueron usadas para provocar cambios reales en la productividad del ambiente laboral. Microsoft ganó la guerra de los negocios en algún momento a mediados de los 90, incluso si no había una declaración forma de victoria.
Las versiones de hoy de las aplicaciones de Office son un signo más elegante de sus predecesoras y se beneficia más de la estabilidad de los sistemas operativos de Microsoft como nunca antes los había ofrecido, pero, habiendo añadido hasta lo último en cuanto a funciones y ayudas de flujo de trabajo, es difícil ver cómo Microsoft pueda cambiar el escritorio de nuevo. Ciertamente, el prospecto de las versiones Web de aplicaciones parece un gesto puramente defensivo. El lanzamiento de una nueva versión de Office fue una vez el mayor evento, pero ahora, algo así como los lanzamiento de Windows, son a menudo objeto de desprecio de los CIOs que se han cansado por mucho tiempo del ciclo de lanzamiento de software.
Microsoft disipará las dudas de que es capaz de citar multitudes de usuarios de Office 2010 pero muchos de ellos se moverán como parte de un refrescamiento y asegurar la compatibilidad con los socios y colegas. Office ha sido un gran producto pero no genera gran emoción o mucho en su forma anticipada.
Por Martin Veitch
CIO (UK)
LONDRES