Si bien decir 5G refiere a smart cities, el despliegue es una oportunidad de que las áreas rurales superen la actual brecha de conectividad.
Tradicionalmente, la buena conectividad es urbana. Incluso en países de la región reportados como con alta penetración de internet como Costa Rica, salir de las ciudades supone menor calidad de conexiones.
Es, probablemente, uno de los factores que más claramente nos distinguen del llamado “primer mundo”, si bien la pandemia ha hecho que países como Alemania discutan sobre la calidad de su cobertura digital.
Visto así, la brecha de nuestros países en lo que se refiere a conectividad en las zonas rurales parece natural y tranquiliza un poco que sea un desafía para casi todos los países del mundo.
El 5G y la llamada Cuarta Revolución Industrial – para muchos en curso – podría terminar con esta brecha en lo que sería una auténtica revolución:
- Según el Banco Mundial, en América Latina y el Caribe, más de 123 millones de personas viven en zonas rurales.
- En ellas, al menos 77 millones de habitantes en 24 países de América Latina no cuentan con conectividad con estándares mínimos de calidad, según cifras del BID.
- 71% es el porcentaje de población con opciones de conectividad en área urbanas.
- 37% es la cifra de la misma población en zonas rurales.
Brecha de oportunidades
Según reportes del Banco Interamericano de Desarrollo la brecha de conectividad promedio entre la ciudad y el campo en América Latina es de 27 puntos porcentuales, aunque en algunos casos llega a ser de hasta 40.
Esto, por supuesto, evita que los habitantes de zonas rurales disfruten tan siquiera de servicios similares en lo que a salud, educación, empleo, etc., se refiere
Frente a este escenario, la 5G junto con una mayor presencia de redes de fibra óptica puede ser una gran oportunidad para conectar a las comunidades rurales, según estudios recientes de 5G Americas.
El Acceso Fijo Móvil (FWA, Fixed Wireless Access) es una alternativa existente y con el uso de 4G LTE puede brindar una experiencia de banda ancha, aunque puede encontrar limitaciones frente a grandes cantidades de usuarios conectados simultáneamente.
Con las capacidades mejoradas de 5G, tecnologías como mMIMO (massive Multiple-Input Multiple-Output) y beamforming (conformación de haces) y el empleo de nuevas bandas de espectro radioeléctrico, la alternativa inalámbrica para conectar la última milla puede competir con varias tecnologías cableadas a un costo de despliegue muy inferior, especialmente en regiones escasamente pobladas, alejadas, y en terrenos de difícil acceso.