Aún víctimas del trauma del Covid, los avances en logística y comercio electrónico que cosechará Latam están en construcción.
Probablemente pocas regiones del mundo estaban tan conscientes de que el comercio electrónico depende en gran medida de lo logística y el delivery – especialmente de la “última milla” – como América Latina.
Los consumidores siempre temieron que sus productos llegarán tarde o no llegarán mientras los comercios consideraban costoso convencerlos de lo contrario o hacer las alianzas necesarias para solventar esto. Por eso, los pronósticos de crecimiento del comercio electrónico reflejaron este riesgo “cultural” con mínimas tasas de crecimiento.
Pero llegó el 2020, el SAR-CoV2, la pandemia de Covid-19 y las necesidad imperiosa de resguardarnos en casa para perder menos vidas en la ruta hacia la cura y la vacuna. Lo que ocurriera primero. Los “tímidos” se quedaron sin alternativas.
The Standard CIO quiso saber qué cosas buenas ha dejado la pandemia de Covid a los países de Latinoamérica.
Un equipo conformado por:
- Víctor Almandoz, Gerente de Consultoría, IDC Latinoamérica
- José Daniel Cáceres, Analista Senior de Servidores y Almacenamiento, IDC Perú y Chile
- Mariangella Castagnino, Analista de Consumo, IDC Chile
- Oscar Guzmán, Gerente de Consultoría, IDC Latinoamérica…
- … y Natalia Vega, Directora General, IDC Chile y Perú…
… atendieron nuestra consulta, revelando lo que son los resultados de múltiples investigaciones sobre los impactos en todas las área tecnológicas en toda América Latina, en particular en todo lo referente a la industria logística y el comercio electrónico.
Cambios de comportamiento
El equipo de especialistas recuerda que, en general, la pandemia puso al mundo y a la región en una situación jamás vivida:
Los puntos de venta físicos estuvieron cerrados entre abril y septiembre de 2020.
Así que, sin importar cual era el avance de cada país par ese momento, todas las naciones, los comercios y los consumidores se vieron obligados a dejar sus reservas a un lado.
Es por ello que los especialistas de IDC no dudan en afirmar que, el año pasado:
Con la llegada del COVID-19 cambió la manera de hacer las cosas: la forma de estudiar y trabajar desde la casa, comprar en línea, mantenerse saludable o activo físicamente.
Castagnino destacó que, según el estudio The Implications of COVID-19 for the Future of the Retail Supply Chain de IDC, la logística de las empresas de América Latina y del resto del mundo se vio trastocado: un producto podía estar listo para ser enviado, pero las compañías – según el informe – no tenían capacidad para despacharlo.
“Esta situación ocurría tanto en la primera como en la última milla de las entregas. A veces, el producto se quedaba atascado en el puerto. Otras veces en un almacén, sin camiones ni conductores disponibles para hacerlo llegar a su destino”, explicó la analista de Consumo.
Logística y comercio electrónico modo ON
El equipo de IDC destacó que todo está presión sobre las cadenas de suministro por parte de los consumidores que se acostumbraron a:
- ir al supermercado
- Pedir comida
- Comprar medicamentos o tecnología
- Trabajar o estudiar…
- … a través de una aplicación…
… constituyó un salvavidas para muchas empresas que pudieron hacer los cambios rápidamente.
“El auge del comercio electrónico le abrió una gran oportunidad a las PyMes que ahora, por ejemplo, pueden vender tecnología o implementos para el home office o el estudio en casa a través de una página de Instagram en donde publican su portafolio de productos, y apoyándose de una plataforma de pago seguro para las transacciones con los clientes”, refirió Mariangella Castagnino.
Refirió que The Implications of COVID-19 for the Future of the Retail Supply Chain de IDC también destaca variaciones en la demanda, más bien erráticas, con conductas de acumulación de algunos productos (alimentos, higiene, etc.).
“En ese contexto inédito e inestable, ha sido difícil determinar si el aumento de la demanda ha sido o no algo real”, reconoció la analista.
Spoilers del futuro próximo
Sin tener precisiones de cuánto producir ni de las ventas para preparar la estructura, la logística tuvo que demostrar tanto flexibilidad como fortaleza.
El equipo de especialistas explicó que la mayoría de los retrasos experimentados en 2020 se debieron a la escasez de mano de obra, tanto por la enfermedad de algún trabajador en la cadena de despacho como por exigencias de distanciamiento social.
“Las empresas se vieron forzadas a limitar el número de empleados en los puertos, almacenes, centros de distribución y tiendas minoristas. En ese sentido, y dada la creciente popularidad del comercio electrónico, la última milla no es un área que los minoristas deban menospreciar ni ignorar“, apuntó Castagnino.
De acuerdo con el estudio The Future Enterprise: The Siguiente Normal Priorities Driving Technology Investments, estas son las tendencias que acompañarán el crecimiento del comercio electrónico los próximos años:
- Para 2023, el 75% de los pedidos de productos comestibles por vía electrónica se recogerán en la acera o en la tienda, lo que generará un aumento del 35% en la inversión en centros de micro cumplimiento “en sitio” o cercanos.
- En 2021, el 40% de las actividades de desarrollo volverán a priorizar el diseño y la interfaz de usuario para respaldar la automatización de procesos sin contacto.
- Los restaurantes han sido de los más golpeados durante la pandemia y muchos han recurrido a la entrega a domicilio por necesidad. Después de que la crisis del COVID-19 sea superada, el 30% de los restaurantes que utiliza plataformas de entrega de terceros implementará opciones de entrega nativas para eliminar las tarifas de terceros, aumentando las ganancias en un 25%.
- Los pagos sin contacto se han popularizado durante la pandemia y serán vistos como una experiencia de la cliente imperativa en el futuro, lo que hará que el 85% de los minoristas ofrezca al menos dos opciones de pago sin contacto para 2023.