En México existen cerca de 32 mil empresas de emprendedores en el área de TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), pero solo 20 % de ellos logra sobrevivir más de 10 años, sin embargo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estima que el potencial de impacto de estas empresas logrará una derrama de aproximadamente 40 mil millones de pesos (0.2 % del PIB) en 15 años.
En el estudio Los emprendedores de TIC en México, elaborado por el IMCO y Microsoft, Jorge Vega Iracelay, director senior de Asuntos Jurídicos, Corporativos y de Ciudadanía de la firma de tecnología, afirma: “Esta forma de emprendimiento es la que más valor económico y social produce en las comunidades en las que prospera. Porque crean bienes o servicios con alto valor agregado y empleos de calidad, al tiempo que generan desarrollo y bienestar en su ecosistema, además aumentan la capacidad y demanda para innovar”.
PRUEBA Y ERROR
Marcus Dantus, CEO de Startup México (SUM), el primer campus diseñado con el propósito de fomentar la colaboración, innovación y creación de nuevas empresas de alto impacto en México, indica que la formación de una startup sigue una serie de pasos.
- En primer lugar, el planteamiento de la hipótesis, donde se propone una solución innovadora al problema.
- Después se tiene que realizar la validación de la misma.
- Enseguida se genera el Mínimo Producto Viable (MVP) que consiste en lanzar diferentes versiones o prototipos del producto para conocer las reacciones del consumidor.
- Finalmente se busca y encuentra la comercialización.
Macha Bertrand es la Directora Financiera de Fondeadora, el primer sitio de crowdfunding en México nacido en 2011, y explica que “para lograr el éxito de la plataforma (casi la mitad de los proyectos cumplen o superan la meta de recaudación) tuvieron que hacer algunos cambios, como la cantidad de dinero que fijaba el creador”.
En el sitio, las personas que registran su proyecto (relacionado con algún campo creativo) fijan el monto de dinero que necesitan para llevarlo a cabo y un tiempo límite de máximo 90 días, si la meta se cumple el destinatario recibe el dinero y la empresa cobra 5 % del total recaudado, si no se logra, cada fondeador (quien dona dinero) recibe lo que erogó de vuelta.
La ejecutiva añade: “en los inicios de la plataforma la meta que establecían los creadores era muy alta y esto ocasionó que muchos proyectos fracasaran al no reunir los fondos necesarios, así que dieron paso a proyectos que requirieran menos recursos, lo que facilitó la recaudación”.