El primer cajero automático de bitcoins comenzó a funcionar en Dublín, Irlanda, la semana pasada y a pesar de que el Banco Central Irlandés (ICB, por sus siglas en inglés) ha advertido que estos dispensadores no cuentan con la misma protección que los de dinero real.
El cajero automático, que convierte euros en la moneda digital, está operado por Bitvendo, una empresa formada por fieles seguidores del bitcoin.
Para poder usar el cajero, instalado en una tienda de accesorios de telefonía móvil en el centro de Dublín, los usuarios deben primero descargar y activar una cartera digital en la que pueden almacenar el dinero.
Después de esto, se escanea un código facilitado por la cuenta digital en el cajero automático y se teclea la cantidad de euros que se quiere convertir en bitcoins.
La operación de intercambio está sujeta a una comisión que fija cada compañía, que en el caso de Bitvendo, es de entre el 3 y el 5 % por cada transacción.
A principio de este mes, Mt. Gox, una entidad similar a un banco convencional pero en Iternet y que funcionaba en el plano virtual bitcoin, se acogió a la ley de bancarrota en Estados Unidos en un intento por proteger sus activos tras una demanda colectiva en su contra.
La casa de cambio de bitcoin de origen japonés llegó a canalizar la mayoría de operaciones globales de esa moneda y su bancarrota ha afectado a unos 100 mil clientes.