Los servicios que prestan las administraciones públicas en todo el mundo seguirán transformándose a lo largo de 2014, y sus responsables de TI deberán responder al doble reto de reducir sus costes al tiempo que mejoran los servicios que ofrecen a los ciudadanos. En este contexto, la evolución de las infraestructuras hacia el mundo digital es inevitable, advierten en Gartner.
La incesante presión para reducir costes a la vez que se mejoran los servicios prestados es el arma de doble filo que deben manejar las instituciones públicas en todo el mundo y, en especial, sus responsables de sistemas informáticos, que tendrán que responder al gran reto de mantener su operativa actual y transformar los servicios públicos que prestan, con modelos de negocio totalmente digitalizados, asegura la firma de investigación.
Por ello, concluye Gartner, los CIOs de estas organizaciones pueden jugar un papel fundamental en el liderazgo y cultivo de los conocimientos digitales necesarios para afrontar esta transformación, que situará las tecnologías en el centro de todos los procesos de gobierno y requerirá nuevas competencias de todos los miembros de la organización.
Como reconoce el director de este análisis, Rick Howard, la crisis económica global ha obligado a los gobiernos y las instituciones públicas de todo el mundo a asumir una política de perpetua austeridad, junto a una creciente demanda de nuevos servicios públicos que respondan a las expectativas de los ciudadanos.
En la nueva edición de sus predicciones para el sector público en 2014, Gartner señala también las consecuencias lógicas y el impacto derivado de la adopción de una informática en la nube, con dispositivos móviles, redes sociales y acceso a nuevas fuentes de información, como grandes motores, según subraya el propio Howard, que recomienda a los responsables de TI de estas organizaciones “transformarlas en un negocio digital”.
De hecho, se estima que la nube pública seguirá extendiéndose hasta alcanzar el 25 por ciento de todos los servicios de las administraciones públicas en 2017, excluidos los de defensa y seguridad nacional. No obstante, la consultora adelanta que en Europa existen más reticencias a este avance que frenarán en parte su evolución.
Además, sostiene que en esa fecha el 35 por ciento de los servicios públicos estará a cargo de empresas privadas, por sus ventajas en cuanto a costes y nivel de servicio. De hecho, ya se han comenzado a suscribir acuerdos de colaboración público-privada en aspectos de infraestructura como servicio y, finalmente, se trasladarán a aspectos de integración y de software como servicio.
En principio, las ventajas en materia de costes y servicios de estas relaciones son claras, pero no tanto con el paso del tiempo, por lo que la consultora recomienda estructurar bien los acuerdos para establecer cláusulas de salida y alternativas flexibles de colaboración.