Los dispositivos móviles conectados (Internet of Things) podrían hacer la vida de los usuarios más sencilla a futuro, pero hoy en día presentan un sinfin de problemas, según un panel de líderes de la industria en el Open Mobile Summit.
Las casas inteligentes, los automóviles conectados al internet y la ropa tecnológica representan la siguiente generación de equipos móviles más allá de los smartphones.
Los nuevos sistemas coexistirán a la par de los teléfonos por un par de años, pero es difícil predecir con seguridad lo que el panorama de la movilidad traerá dentro de una década.
A pesar de las comodidades y conveniencias de estos dispositivos, aún es difícil vivir con estos dispositivos, y no se vuelve más sencillo a medida que proliferan. Desde enlazar dispositivos, introducir contraseñas, administrar la red Wi-Fi en el hogar y lidiar con el departamento de TI en el trabajo, la vida enlazada ya es suficientemente complicada para los usuarios, según Mark Rolston, director creativo de Frog Design.
“Son administradores de redes por accidente,” mencionó Rolston, “lo cual ha creado una oportunidad de negocios para que alguien se haga cargo de esas tareas como parte de un servicio virtual.”
Rick Osterloh, vicepresidente senior de gestión de productos en la subsidiaria Motorola Mobility de Google, opina que el panorama se encuentra bastante fragmentado para el usuario final y que aún hay mucho que solucionar, aunque probablemente esto cambie dentro de os próximos tres años.
De acuerdo a Osterloh y otros panelistas, la premisa de las interfaces móviles está equivocada, ya que los dispositivos deberían preguntar al usuario lo que quiere y aprender de eventos previos, en lugar de obligar a los usuarios a preguntar.