Año a año son más las personas que se desplazan de sus lugares de origen en búsqueda de un mejor panorama en lo que respecta a empleos. Pero, a diferencia de lo ocurrido en décadas anteriores, se vislumbra un desplazamiento desde los países europeos y Estados Unidos hacia Latinoamérica y Asia.
El origen de este movimiento se puede encontrar en el año 2008, momento en el cual comenzó a vislumbrarse el inicio de una crisis económica de carácter global que golpeó a las potencias tradicionales y dejó su huella en el mundo laboral.
Este nuevo escenario inmigratorio plantea una serie de desafíos para el empleo. En primer lugar, cada vez son más los profesionales que buscan realizar experiencias en nuevos territorios, ya sea a través de expatriaciones a cargo de la compañía en la cual se desempeñan o por medio de una búsqueda externa.
El panorama coloca a las empresas en una situación muy particular, ya que les permite contar con una mayor cantidad de candidatos e incorporar en su nómina un variado espectro cultural. Los desafíos que plantea el cambio de escenario van desde una mayor competencia por la obtención de un puesto laboral, capacitación permanente y desarrollo de habilidades hasta una convivencia multicultural dentro de cada organización, dando lugar a una desaparición virtual de las fronteras.
Como puntos a tener en cuenta a la hora de emigrar se requiere validar títulos académicos, poner en regla todo tipo de documentación (pasaporte, visa, etc.), conocer acerca del destino y contar con dominio de dos lenguas adicionales a la materna.
América latina es un destino altamente codiciado para quienes buscan emigrar. El hecho que en la actualidad las mejores oportunidades se concentren en países emergentes torna muy atractiva a la región; al tiempo que la potencialidad de sus mercados funciona como imán para la instalación de nuevas empresas. Algunos países, debido a su política de inmigración y marcos regulatorios, cumplen la función de ser más receptivos que otros; sin embargo gran parte de los mismos son proclives a la inmigración.
Por Juan Manuel Cueto, Director Asociado – Wall Chase Partners