Sin dudas una de las discusiones más recurrentes en el foro mundial de CIOs de CIO Magazine, es la problemática que se origina en las empresas cuando quien decide el presupuesto de tecnología es un especialista contable.
Buscar una explicación lógica a esta situación, resulta tan estéril como preguntar por que Caracas tiene un tránsito insoportable, por qué el mejor vodka no es ruso o por qué los mejores cigarros con cubanos.
Las cosas pueden tener un carácter ancestral y suceden simplemente por que los CFOs llegaron antes al negocio.
Ciertamente, esta contradicción se repite en cientos de empresas y no varía, ni aún sabiendo que es perjudicial para el negocio.
Básicamente el CFO, tiene como misión “NO gastar” y el CIO solo puede desarrollar su tarea “gastando dinero”, las motivaciones de ambos se sustentan en la mejora del negocio, pero sin dudas son posiciones irreconciliables que seguirán chocando por los siglos de los siglos.
Haciendo un análisis retrospectivo de por que el CFO es quien está sentado sobre la caja de IT de una empresa, nos remonta a los inicios de la informática en donde los primeros departamentos de sistemas nacen como una necesidad del departamento contable, para digitalizar sus números y generar una mayor dinámica en este sistema.
Sin dudas esta jefatura de facto se ha perpetuado por décadas y ante el peso de la historia, la gente de sistemas no ha tenido la habilidad de demostrar su capacidad de tomar decisiones que afecten al negocio y llamen la atención de la mesa de directorio, y del CEO en particular.
La recurrencia a citar 1 y 0 ha alejado a la gente de sistemas del lenguaje habitual de negocios y quizás la génesis de este problema, que tanto afecta a los negocios, hoy en día el CIO tiene que demostrar que puede desarrollar habilidades de negocios, para poder avanzar, ya que los conocimientos tecnológicos se dan por sentados y descontados.
En lo personal creo que la culpa no es del CIO, nace en los sistemas educativos que imponen de manera casi sectaria un culto a la lógica que mata definitivamente la creatividad, y merma la capacidad del CIO de adaptarse al cambio continuo que la economía global plantea como desafío permanente.
La capacidad específica de establecer mecanismos que desde la tecnología impacten en el negocio nace de una vocación creativa que proponga una visión desestructurada del negocio, que plantee alternativas que mejoren la competitividad y eficiencia del negocio.
Con sinceridad meridiana, reconozco que la pregunta que titula esta nota está mal planteada, lo correcto hubiese sido preguntarse: “…qué hace un CIO para participar de las decisiones financieras de su compañía?”
Muchas veces la “pecera” de sistemas resulta una zona de confort peligrosa para poder generar los espacios necesarios para participar en la mesa de las decisiones de su empresa.
Ganar el nivel C en una compañía es sin dudas solo el primer paso para participar en el éxito o fracaso de una empresa, luego es necesario sustentar con habilidades de negocios el espacio de poder que detenta la C en el escalafón empresario, un CFO no es mas que un CIO, a menos que este último lo permita.
Por último, cabe dedicar un segmento especial a los CEOs que sin duda son los protagonistas que formatean cada una de estas historias, los 1 y 0 no le resultan hostiles a los CEOs cuando se trata de temas financieros, pero deben salir de este círculo restrictivo y entender el valor estratégico de acceder a la información, cada vez mas rápido y aportando mayor inteligencia a la complejidad del negocio.