¿Las redes sociales han comenzado a disminuir? Se habla de pérdida de interés, hartazgo, cansancio, sobrepoblación de elementos, pero lo cierto es que después de un increible y sostenido crecimiento en los últimos 5 años, su consumo sí comienza a decaer.
CIO América Latina|Mario Augusto Beroes Ríos|@marioberoes22
Un reportaje publicado en el diario español “El Mundo“, confirma los siguientes datos: en 2015, los españoles gastaron nueve minutos menos a la semana en las principales redes sociales, comparado con el año anterior. En un mercado que se alimenta, en gran parte, del tiempo que le dedicamos, esa disminución marca un punto de inflexión en una forma hasta ahora hipnótica de consumo.
Por su parte, en los Estados Unidos ya tienen un nombre para este asunto, social media fatigue, o agotamiento social. Muchos conocedores del tema ya comienzan a afirmar que las redes comienzan a cansar; han perdido interés, por lo menos tal y como las conocemos.
Facebook: ¿Sigo siendo el rey?
Para nadie es un secreto que el liderazgo en esto de las redes sociales continúa en poder de Facebook. Tal como la canción mexicana, la F blanca con el fondo azul sigue siendo el rey; el lider en las redes sociales, pero no se salva de la debacle y los números del estudio anual de redes sociales del IAB Spain, asociación que representa al sector de la publicidad en medios digitales, es contundente al señalar que semanalmente el promedio de horas en dicha red social disminuye, cerca de 8 minutos menos que hace un año,
El consumo de Facebook, que ya supera los 1.600 millones de usuarios, cayó un 8% en nueve países (Alemania, Australia, Brasil, España, Estados Unidos, India, Reino Unido y Sudáfrica), según un análisis que el medidor de tráfico Similar Web hizo en dispositivos Android.
¿A qué se debe esta caída? «La intensidad con que se usaban las redes en sus inicios se ha controlado», concluye el informe VII Observatorio de Redes Sociales elaborado por The Cocktail Analysis y Arena en diciembre de 2015. Es decir, ya hemos superado la emoción de la primera vez.
«Los usuarios ya no les otorgan un rol central en su vida, aunque uno de cada cuatro las reconoce como imprescindibles», explica Felipe Romero, CEO de The Cocktail Analysis. Algo similar ocurre a nivel global.
Hay dos razones que explican esta tendencia. “Primero, lo social puro se está enfriando”, señala Romero. Esto quiere decir que convertir el muro en nuestro diario personal, husmear perfiles ajenos, compartir las fotos de la última fiesta o ampliar el número de amigos virtuales ya no interesa, o es tan interesante como antes.
El informe del Obsevatorio muestra un perfil de un tipo de usuario que cada vez es más común: el que se siente saturado de navegar entre grandes cantidades de fotos, retuits, memes, discusiones propias y ajenas…. y empieza a usar estas plataformas como herramientas más funcionales que sociales. Hay otros que simplemente las abandonan.
El segundo aspecto, según el artículo es que las redes están evolucionando. Y nosotros con ellas. De las más populares, la mayor (Facebook) tiene 12 años y la menor (Snapchat), cinco. La primera es el muro público por excelencia, el que guarda cada detalle de nuestra vida. La segunda, en cambio, es tan reservada que algunos no hemos terminado de entenderla.
«La evolución de las redes sociales ha sido muy rápida y como sociedad apenas estamos aprendiendo a utilizarlas. Que alguien necesite desconectar una temporada si ha abusado de algo, es un comportamiento lógico», analiza Enrique Dans, profesor del IE Business School. Y destaca algo más: la fatiga social también alcanza a los jóvenes, y en gran medida.
“Los más pequeños y algunos adolescentes ven que Facebook se ha extendido tanto, que ya están no solo sus padres, sino sus abuelos. No cierran la cuenta, pero siguen usándola ya sólo para felicitar los cumpleaños o ver alguna foto”, explica Dans. En su lugar, hay una preferencia por los servicios de mensajería instantánea y más privados, como WhatsApp, Telegram y Snapchat, aplicaciones creadas específicamente para la pantalla de los móviles.
Los datos lo confirman: WhatsApp es la preferida de los internautas españoles, por encima de las redes sociales consideradas puras. Después de crecer a buen ritmo, éstas han pisado el freno. En España, entre 2008 y 2012, su penetración aumentó del 45 al 92% y de ahí al 2015 bajó al 89%.
Eso ya lo vio Zuckerberg. Facebook compró WhatsApp e Instagram, pero Snapchat se le resistió y rechazó los 3.000 millones de dólares que le ofrecieron, y hace poco se actualizó para dar prioridad a las publicaciones de amigos y familiares sobre otros contenidos.