En opinión de Raúl Echeberría, VP de Global Engagement, “Internet es una herramienta para facilitarnos la vida, que además nos ha impactado de manera muy positiva, más allá del avance tecnológico y comunicacional que conlleva”.
Echeberría, es defensor de una red “abierta y transparente”. Asegura que es la “verdadera revolución del Siglo XX y lo que va del XXI”. Añade que Internet es un avance a nivel regional. “Latinoamérica todavía no ha asimilado totalmente sus ventajas, y muchos gobiernos regionales, o la miran con cierto temor, o buscan imponer o manipular a través de ella, pero están totalmente equivocados”.
“El correo electrónico, los buscadores, la mensajería instantánea, el comercio electrónico, las redes sociales, el streaming, la economía colaborativa. ¿Hacia dónde nos está llevando? ¿Y qué va a ser de internet en sus próximos 25 años? Más allá de la fantasía que presentan algunas películas, su configuración actual puede darnos algunas respuestas.
Evolución y Omnipresencia
Internet seguirá evolucionando. Sebastián Bellagamba, director regional para América Latina y el Caribe de Internet Society, estimó que la red va a ser cada vez menos estable para el uso cotidiano y que desaparecerá como tal, porque estará presente en todas las cosas. Omnipresente es la palabra más adecuada.
Una de las grandes tendencias es el llamado Internet de las Cosas, que implica que distintos objetos, incluso de la vida cotidana, están conectados. Por eso los expertos consideran que el uso de una PC o un smartphone para conectarse a Internet dejará de ser la principal forma de hacerlo, porque se podrá usar todo tipo de objetos, desde un reloj inteligente hasta un electrodoméstico o un automóvil o una casa entera.
Además, el uso de tecnología portátil, implantable o lista para vestir permitirá disfrutar de la realidad aumentada, eso que es parte del atractivo del juego Pokémon Go, que añadirá información adicional al mundo real.
Una de las interrogantes que plantea la evolución de internet es si el aumento de beneficios traerá consigo mayores riesgos; por ejemplo, si los usuarios serán “hackeados” con mayor facilidad. “Lograr que la red sea segura es un desafío enorme, pero establecer la seguridad y la confianza en internet es vital”, sostuvo Echeberría.
Para que el Internet de las Cosas se desarrolle con eficiencia, es necesario contar con un protocolo llamado IPv6, que habilita la conexión de los dispositivos vinculados a la red. Por ahora América Latina y el Caribe tienen un nivel de IPv6 cercano al 1%, lo que dificulta el ingreso del Internet de las Cosas al continente. Solamente Perú, Bolivia, Brasil y Ecuador presentan niveles superiores a ese valor.
Controversia
Las autoridades de Internet Society coincidieron en que el aumento del empleo en la red es inminente por lo que el cambio de mentalidad ante las plataformas tecnológicas será algo obligado. Y eso ya es hoy parte de los retos de internet.
La irrupción de Uber o Airbnb, las diversas aplicaciones de transporte y alojamiento, respectivamente, forma parte de una nueva corriente denominada economía colaborativa, cuya regulación está siendo analizada en varias partes del mundo. Respecto a esto, Echeberría indicó que regular las plataformas tecnológicas es “innecesaria”. .
Las legislaciones dentro del campo de la tecnología no son recomendables debido a que son muy rígidas para un ambiente en el que el cambio es una característica inseparable del modelo de negocio. El gran riesgo que se corre es que internet cambie en tantos aspectos que todas las leyes que intentan regularla se conviertan en obsoletas. Por ejemplo, si se hubiera regulado el mercado online hace 10 años, probablemente las cosas se hubieran dado de otra forma.
El camino a seguir, según las autoridades de Internet Society, es sacar el máximo provecho a internet a través del mercado digital, el que no se debe fenar con barreras legislativas. Casi nadie recuerda que el experto en seguridad cibernética Clifford Stoll dijo en 1995 que “nadie” compraría a través de internet. “Incluso si hubiera una manera más confiable para enviar dinero por medio de internet, lo cual no existe, a la red le falta un ingrediente más esencial del capitalismo: vendedores”, escribió.
Un factor a tener en cuenta y que según Bellagamba puede determinar el éxito de los empleos digitales es la educación. Promover y formar a los jóvenes en el campo de la tecnología es igual de importante que crear oportunidades de negocios, consideró. De lo contrario, se formarán jóvenes que no tendrán opciones de trabajo o habrá empleos pero sin personas capacitadas para cumplir el cargo.
La mayoría de los expertos considera que esa omnipresente conectividad será positiva. “El mayor impacto será el acceso universal a todo el conocimiento humano”, ha dicho el economista jefe de Google, Hal Varian. Aron Roberts, desarrollador de la Universidad de California en Berkeley, también ha señalado que internet permitirá “la detección temprana de riesgos de salud”. Aunque también se apunta a áreas preocupantes como el espionaje y el ciberdelito, se sigue apostando a una “internet abierta”. Las ventajas, dicen los expertos, superarán los problemas.