Según reclutadores y analistas de compensación, la acción del CEO de Twitter fue oportuna para mantener el clima y el mejor talento de la organización.
El anuncio realizado la semana pasada del presidente ejecutivo de Twitter Inc., Jack Dorsey, sobre su decisión de donar un tercio de sus acciones en la compañía a un fondo para los empleados ha sido calificado como un gesto inteligente para restaurar la confianza en una compañía frente a los anuncios de reestructuración, despidos y las constantes informaciones de prensa que señalan que la empresa podría haber perdido su rumbo.
El regalo, más allá de su generosidad, es un esfuerzo estratégico por conservar y atraer a talentos a la red social, que ha sido golpeada por meses de incertidumbre sobre su liderazgo y dudas sobre su crecimiento de largo plazo.
“Es una medida deliberada, inteligente y algo necesaria para apoyar al talento que deseas mantener”, dijo el reclutador Jason Hanold, quien se especializa en el sector tecnológico.
Inversión a futuro
Los analistas recuerdan que los procesos de reestructuración afectan el clima de las organizaciones creando desconfianza (cuando no pánico) lo que suelen concluir con un efecto devastador en el talento pues el personal mejor calificado es el primero en recibir (y aceptar) ofertas para abandonar un barco que parece hundirse.
Dorsey, uno de los fundadores de Twitter CEO definitivo desde este mes, anunció sorpresivamante en la noche del jueves pasado que regularía 206 millones de dólares en acciones para “reinvertir directamente en nuestra gente”.
Una prioridad de la compañía es mantener a sus empleados felices, luego de que anunció previamente este mes que despediría a un 8% de su personal, poco después de que Dorsey asumió su cargo de manera permanente.
La transferencia de 6,8 millones de acciones comunes está sujeta a que los accionistas aprueben en el 2016 un plan de incentivos en títulos que serán entregados “a través del tiempo” a los empleados de Twitter.
El directorio de la empresa ya autorizó la medida.