El reto para WhatsApp y su dueño, Mark Zuckerberg, es lograr la monetización y rentabilidad del servicio de mensajería.
A pocos días de que Facebook alcanzará el hito de tener 1.000 millones de usuarios conectados en un día, el sistema de mensajería móvil WhatsApp – comprado el año pasado por Facebook – se acerca su “hermano mayor” y alcanza los 900 millones de usuarios.
“WhatsApp tiene ahora 900 millones de usuarios mensuales activos”, escribía en su perfil de Facebook, Jan Koum, creador de la aplicación.
Cabe destacar que el umbral de los 800 millones de usuarios fue superado en abril, es decir, que la cifra actual responde a unos 20 millones de nuevos usuarios por mes en los últimos cinco.
La mayor compra
WhatsApp es la mayor compra de la historia de Facebook: la transacción, pagada en gran parte con acciones de la red social, valoró el sistema de mensajería en casi 22.000 millones de dólares al momento de su cierre a principios de octubre.
Cuando se anunció esta operación, el presidente y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, dijo que su prioridad era aumentar la base de usuarios de WhatsApp antes de intentar ganar dinero con él.
Pero también señaló que habría oportunidades de monetización cuando se superara la barrera de los 1.000 millones de usuarios, nivel que ya parece estar al alcance de la mano.
El desafío de ser exitoso y rentable
Tanto para Facebook (1.490 millones de usuarios) como para otra de sus filiales, la aplicación de fotos Instagram (300 millones), esta monetización pasa fundamentalmente por la publicidad y los esfuerzos en ambas plataformas intentan hacer confortable la inversión de las empresas en este sentido. Además, las métricas de Facebook se defienden por sí mismas.
Pero WhatsApp ha basado su popularidad sobre la promesa de que jamás pondría publicidad en su servicio. Ello sin contar la gratuidad de la descarga como incentivo.
Pero, ¿hay más opciones? En realidad, no muchas:
- Publicidad. Podrían ser banner colocados en la interfaz de la aplicación, así como listas o contactos “recomendados”
- Un sistema parcialmente pago. WhatsApp ya ha introducido suscripciones a costos muy bajos en algunos países.
- Modo “antesala”. Otra opción es que el sistema de mensajería sirva como puerta de entrada a otros servicios, transformándose en una “tienda” que ofrece emoticones, fondos y algunas otras funciones pagadas.
- ¿Todas las anteriores?
Cualquiera de las opciones representaría un cambio sustancial en la mensajería que, en el mejor de los casos, podría “reducir” la tasa de crecimiento. Cómo sea, seguramente los 1.000 millones serán un buen número para comenzar a probar opciones.
Mientras no baje de allí, cualquiera puede funcionar.
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