Hay algo que es evidente, el mundo pide un cambio de paradigmas y lo pide YA. Catástrofes naturales, calentamiento global, pobreza (mil millones de personas viven con menos de un dólar por día), desnutrición infantil (448 millones de niños), analfabetismo (876 millones de adultos), desigualdad económica (las 85 personas más ricas del mundo tienen tanta riqueza como las 3 mil 500 millones de personas más pobres) y así podríamos seguir.
En el medio de este escenario de cambios y conflictos es que nace la idea de generar un nuevo modelo empresarial, una nueva forma de entender a las empresas, un cambio en su ADN: Empresas B.
¿QUÉ SON?
La Empresas B nacen en Estados Unidos en 2007, gracias a un movimiento de empresarios que consideraban a la empresa comercial como un medio para resolver problemas sociales y ambientales y no como un fin. Las empresas B son un modelo de organización que integran el propósito de alcanzar ganancias con la obtención de soluciones sociales y ambientales.
Como ellas se definen, buscan ser las mejores empresas para el mundo y no del mundo. Sin renunciar a ser eficientes y buscar tener utilidades, no se olvidan que su primordial objetivo es el bien común.
Estas empresas operan bajo altos estándares sociales, ambientales y de transparencia, obligándose a tomar decisiones no solo enfocadas en sus accionistas o inversores, sino en todo su público de interés, cómo clientes, trabajadores, proveedores, comunidades, el medio ambiente, etc.
Son empresas que utilizan la fuerza del mercado para dar soluciones estructurales a los desequilibrios sociales y ambientales.
EMPRESAS B EN LATAM
En Latinoamérica, el movimiento de las empresas B se expande día a día por Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Brasil. Ya son aproximadamente 70 las certificadas como empresas B.
La forma de ser ‘B’ en Latinoamérica es mediante la obtención de una certificación, emitida por B-Lab, ONG de USA que certifica a las empresas B mediante la interacción de Sistema B, ONG latinoamericana creada como vínculo entre las empresas del continente y B-Lab. Las empresas son certificadas utilizando como herramienta la Evaluación de Impacto B (B Impact Assessment) desarrollada por B-Lab.
No existe en Latam legislación alguna que regule este tipo de sociedades especiales por el momento, con lo cual, al obtener la certificación, las empresas deberán modificar sus estatutos sociales o bien realizar acuerdos societarios, como reglamentos o acuerdos de accionistas, aplicando ciertas modificaciones en la medida que sus legislaciones se lo permitan. Los cambios esenciales radican en la incorporación de metas o compromisos sociales y ambientales a sus objetos sociales y la modificación de las facultades de los directores/gerentes/administradores de la sociedad, para que puedan realizar todo lo necesario en pos de conseguir los objetivos antes planteados.