La importancia que está logrando la inteligencia artificial en nuestros entornos empresariales y laborales requieren de nuevas estructuras corporativas.
Tener responsables de generar estrategias para gestionar los, combinados con el rol del CIOs es una tendencia que parece en ascenso.
Por: Francisco Merino | SE Manager de Dynatrace
En este 2024, la Inteligencia Artifucial generativa (GenIA) entrará en las últimas fases de su ciclo de expansión y las organizaciones se darán cuenta de que esta tecnología, aunque transformadora, no puede aportar un valor significativo por sí sola.
Las organizaciones nombrarán cada vez más altos ejecutivos en sus equipos de liderazgo para garantizar la preparación en las implicaciones de seguridad, cumplimiento y gobernabilidad de la IA.
Este es un cambio fundamental en el panorama empresarial: la instauración de los Directores de Inteligencia Artificial (CAIO, por sus siglas en inglés) se incrementa para supervisar de manera segura su adopción.
En un contexto donde la ejecución de la Inteligencia Artificial (IA) se expande rápidamente en ámbitos personales, las organizaciones reconocen la imperiosa necesidad de abordar desafíos relacionados con la seguridad, el cumplimiento normativo y la gobernanza.
Esto incluye tecnologías como ChatGPT, Copilot, entre otras.
Un nuevo rol
La figura del CAIO se enfocará en establecer políticas, educar y capacitar a los empleados, garantizar un uso seguro.
Esto permite protejer contra riesgos como, por ejemplo, la posible vulneración de la propiedad intelectual.
La designación de un CAIO busca anticipar una realidad en que, incluso sin autorización oficial, los empleados recurrirán a la IA de manera autónoma.
Este enfoque estratégico prepara el camino para la adopción generalizada de la IA.
Esto la está posicionándo como un activo esencial, comparable al teléfono móvil, en lo que respecta a su impacto cultural.
Todo ello nos permite anticipar que el año 2024 marca la transición hacia la normalización de la IA en el entorno empresarial.
Bajo la tutela de los CAIO, la inteligencia artificial se convierte en un componente esencial, transformando la operatividad y adaptación de las organizaciones en un mundo cada vez más automatizado.