Más allá de los anuncios y las muestras llamativas de tecnología, la consultoría Omdia apunta a que el 5G podría estar en el centro de los males de la Telcos.
Lo hemos dicho: más allá de todos los cascos/gafas/diademas de realidad virtual y/o aumentada, de todos los coloridos wearables y de los nuevos modelos de teléfonos inteligentes, anuncios serios se han realizado en el Mobile World Congress de 2023 en Barcelona (MWCB 2023). Y no lucen como buenas noticias.
La gran alianza detrás des GSMA Open Gateway se resume en una frase lapidaria y preocupante emitida por la jefa de la red Orange, Christel Heydemann: “nadie quiere pagar la expansión de los datos”.
Dicho de otro modo, todo el mundo (usuarios, empresas, gobiernos) quieren más y mejor conectividad. Redes más rápidas que permitan hacer más cosas.
Pero todos quieren, también, que esto sea barato y no pagar más por recibir más.
Esa lógica, en economía, no suele funcionar y es lo que están – educadamente – reclamando las Telcos quienes parecen estar preguntando por qué SÓLO ellas deben asumir el costo de las grandes innovaciones en conectividad.
Para Dario Talmesio de la consultora Omniaa, esta situación limite podría tener un responsable: la tecnología de redes de quinta generación, mejor conocida como el 5G.
¿Mucho ruido para nada?
Las declaraciones de Talmesio fueron recogidas por AP en el marco del Mobile World Congress de Barcelona 2023.
Durante su disertación, el analista recordó que durante al menos los últimos cinco años las empresas y operadoras del mundo han aportado a la creación de la red 5G, con la promesa de que la misma sería la base de la 4RI (Cuarta Revolución Industrial) sobre la base del Internet de las Cosas (IoT) ñ, con toda su carga de innovación de nuevos y más útiles dispositivos.
Pero, inclusive antes de la pandemia, las promesas en torno a esta red no lograban materializarse. Se dijo, entonces, que no habían suficientes dispositivos para que fuera rentable desplegar la redes.
Algo de eso parece ser cierto pues Ericsson, quien se arriesgó a ofrecer masivamente los servicios de esta red a sus clientes le ha costado monetizar las inversiones realizadas y hoy recurre al despido de 8.500 personas de su platilla, al lograr los resultados lodos resultados de, por ejemplo, Nokia, quien hizo una apuesta más modesta al despliegue del 5G.
“El 5G decepcionó casi a todo el mundo, proveedores de servicio y consumidores, y no consiguió entusiasmar a las empresas”, afirmó a la AFP Dario Talmesio, de la consultora Omdia.
5G, ¿problema o solución?
Pero, ¿por qué ha pasado esto? y ¿cómo puede corregirse? El especialista de Omdia le respondía a AP al respecto que el problema podría ser difícil de resolver porque ha habido unas expectativas mal manejadas desde el principio.
“El 5G nunca fue realmente una propuesta para los consumidores, ya que resulta mucho más apropiada para empresas y usos industriales”, recalcó Talmesio.
Es por ello que, por ejemplo, Nokia y Huawei han realizado importantes inversiones nés en el desarrollo de redes privadas para que las empresas cuenten con una opción “llave en mano”.
No obstante, allí se encuentran de frente con empresas como Cisco, Aruba o Amazon, compitiendo en la misma oferta. Esto explica la pertinencia de GSMA Open Gateway: la idea es colaborar, no competir y que las tecnologías desarrollen sobre la estructura de las Telco.
En principio, parece una buena idea: lógica y donde todo el mundo debería poder ganar y escalar.
No obstante, Talmesio destaca que, así como a las telcos les ha costado enamorar a las empresas en el 5G, puede que no les vaya mejor en cuanto a convencer a las Techs de trabajar en conjunto.
Veremos cómo funciona la apuesta durante este año y su la regulación de europea le da una tregua a ambos sectores.
Con información de Gestión