En el mundo de hoy hay un día para todo y al 30 de noviembre le tocó ser no sólo el del Influencer sino, también, el Día de la Ciberseguridad.
¿Por qué querría nadie celebrar el Día de la Ciberseguridad que es el reconocimiento, público y notorio de que vivimos bajo amenaza? Bueno, nadie ha dicho que deba ser una celebración.
Más bien es un día en que se reconoce que, como e el chiste, a los paranoicos también los persiguen.
La historia del va, más o menos así: en el año 1998, la Association for Computing Machinery (ACM) designó el 30 de noviembre como el Día Internacional de la Seguridad Informática – mejor conocido como Día de la Ciberseguridad – con el objetivo de generar conciencia sobre esta práctica alrededor del mundo.
Casi un cuarto de siglo después del establecimiento de ña fecha sólo una cosa nos queda claro: a medida que crece la digitalización y la transformación digital, también evolucionan los ciberataques.
Estos se vuelven cada vez más sofisticados y con grandes niveles de alcance, que amenazan a todo aquel conectado a una red y ponen en peligro tanto la privacidad de millones de usuarios como el crecimiento de las compañías.
Y no exageramos: el informe de Defensa Digital de Microsoft reveló que, tan solo en el último año, el número estimado de ataques de contraseña por segundo aumentó en un 74%.
El pasado no tiene cura, pero es medicina
Es por ello que se busca repasar la evolución de los ciberdelitos a raíz de cómo la información y los datos de cada individuo se han transformado en un activo de gran valor, el cual debe protegerse garantizando su integridad, confidencialidad y disponibilidad.
Así que, más bien, el Día de la Ciberseguridad es un réquiem para recordar los momentos más oscuros que ha provocado estas amenazas que han afectado a millones de personas y han logrado recaudar millones de dólares en pérdida con ataques como:
- WannaCry
- Stuxnet
- NotPeyta, y muchos otros
Las brechas de seguridad no solo han afectado al usuario final, sino también a las empresas e incluso entidades gubernamentales de países como:
- Estados Unidos
- España
- Irán
- Costa Rica, entre otros
Pero en un entorno cada vez más digital y preparado en materia de ciberseguridad hay que preguntarse ¿cómo siguen evolucionando los ciberataques?
Desde el primer virus del mundo en 1977, conocido como Creeper y creado por Robert H. Thomas cuando trabajaba para la empresa BBN o el primer bloqueo de la red en 1988, producido por un error inadvertido en un código de gusano informático que resultó en el ataque Dos es mucha el agua.
Evolución diaria
Sebastián Sack, vicepresidente de Noventiq Latinoamérica destaca que, cada día, los ciberataques se han vuelto más diversos, sofisticados y variados.
Del mismo modo, tienen distintos nombres dependiendo del tipo de ataque que provoque:
- Phishing
- Malware
- Ransomware
- Webs falsas, entre otros
“A medida que más aspectos de la vida cotidiana se vuelven digitales, las posibilidades de ser víctimas de ciberataques son más altas. En los últimos tiempos se ha visto un incremento de los ciberdelitos a nuevos dispositivos que están conectados en nuestra vida doméstica como, por ejemplo, los altavoces, cámaras de seguridad, porteros automáticos y todos aquellos aparatos IoT”, señaló.
Destaca también el especialista de Noventiq que los nuevos entornos online como el Metaverso y diferentes experiencias inmersivas impulsadas por las tecnologías de realidad aumentada también abren un mundo de posibilidades para los ciberdelincuentes en un territorio que aún resulta poco conocido para muchos usuarios.
Igualmente, el poder adquirir bienes y servicios a través de distintas carteras digitales que fomentan los intercambios de criptomonedas, las NFTs y cualquier moneda virtual utilizada para realizar transacciones se convierten en una extensión de ataque emergente.
No hay, pues, mejor noticia en el Día de la Ciberseguridad que la de que, aunque los ataques mejoran cada día, las defensa también.