La pandemia acelera el cambio de los modelos de negocios y la tecnología ha sido el mayor de los “disruptores” de todos los tiempos.
La Transformación Digital fue el tema que abordamos en la mesa de netas (verdades) del mes de octubre y en la que se proporcionaron datos, cifras, ejemplos y por supuesto sugerencias, para iniciar o conducir una sesión de “chequeo” en el proceso de adopción que las empresas están realizando, después de los casi ya 10 años que han transcurrido de cuando la Comunidad Europea anunció el “apagón oficial” de la era analógica.
Adolfo Manaure (Director Editorial de “The Standard CIO”), inició la plática con una frase que se convirtió en la conclusión anticipada de la mesa y en la que nos percatamos que el orden de las palabras si altera el resultado: “debiéramos estar hablando de la transformación del negocio para competir en una era digital” y no de una adopción aislada de herramientas tecnológicas que llamamos transformación digital, término que hoy en día puede incluir o excluir, lo que cada quién entienda o quiera entender.
Aun cuando la pandemia ha sido un “despiadado” acelerador de cambio a los modelos de negocios que antes conocíamos, debemos reconocer que la tecnología ha sido el mayor de los “disruptores” de todos los tiempos, por su directa incidencia en la definición de “modernos” modelos de negocios. Las empresas que ignoran lo anterior están condenadas a desaparecer.
Y aquí me permito citar a Alejandro Floreán VP para IDC Latinoamérica, quién nos compartía resultados de algunos de sus recientes estudios ponderados en una lista de 54 países; el primero de ellos, sobre los niveles de inversión en tecnologías de la información y en que Estados Unidos y China representan un 50% y un 30% de dicha ponderación y México el 0.8% ocupando la posición número 20.
Mencionó también que Brasil es el país latinoamericano que más invierte en soluciones en la nube con 1.5% de participación, mientras que Estados Unidos tiene un peso del 56%. México ocupa la posición 19 de la lista con 0.5%.
Y finalmente en lo que se refiere a la incorporación de Inteligencia Artificial, Estados Unidos alcanza un 55% contra un 1.5% de Brasil y un 0.4% de México.
Esta situación se ha mantenido por varios años, por lo que las brechas entre las capacidades empresariales (aclaro que no me refiero a las capacidades tecnológicas sino de negocios), se empiezan a notar como inalcanzables.
Y lo anterior nos resultó aún más preocupante, cuando mencionó, que esta paupérrima inversión no estaba destinada a la innovación tecnológica, sino al mantenimiento de versiones de sistemas y herramientas en muchos casos, ya obsoletas.
Si las empresas de Latinoamérica no están invirtiendo en innovación tecnológica, al final resulta que no están invirtiendo en su mejorar y alinear su negocio tomando decisiones sin considerar las exigencias del entorno.
David Luna Director Editorial de RIM, habló sobre los contrastes que existen en la velocidad de adopción de herramientas de la Industria 4.0 dependiendo de cada país, tamaño de empresas, giro y por supuesto la visión de su Alta Gerencia: “Las empresas más adelantadas son las financieras, en especial la banca, porque así se lo exige su mercado y el sector detallista, que a raíz de la pandemia dio un gran salto en la adopción de herramientas de comercio electrónico, incorporando nuevas “mejores prácticas” que aún están en proceso de definición. En el ambiente de manufactura, las empresas de procesos han estado siempre más abiertas a la incorporación de estas tecnologías” concluyó.
Por su parte, Esther Riveroll, Founder & CEO de Alldatum Business México y recientemente distinguida como la mujer líder en tecnología en México, compartió la importancia de analizar los procesos de negocios en forma completa e integral antes de decidir como optimizarlos y así evitar así el “riesgo de fractura”.
El mayor reto en este proceso que ahora llamaremos “transformación empresarial”, se encuentra en la captación, desarrollo y actualización del personal de las organizaciones, que deben ser muy eficientes e innovadores, aspectos en los que nuestra región ya presenta déficit de talento muy significativo y que conlleva a una rápida reacción para “nivelar” este desequilibrio, a través de una adecuada administración de talento propio para la era digital.
La transformación empresarial es un proceso de mejora continua y que incluye la parte tecnológica.
Raúl Cruces, Administrador del capítulo México de la red de transformación digital en Latinoamérica concluía, “es altamente recomendable acudir a asesores expertos con una visión y experiencia mucho mayor en términos de innovación y eficiencia, lo que pueda ayudar al CEO de la organización en esta tarea de liderazgo en la transofrmación.”
Buena parte de las empresas enfrentan este reto estando no en su mejor momento por los efectos de la pandemia, lo que hace más difícil obtener recursos para la puesta en marcha de este tipo de iniciativas. No se puede todo y es más, sería un error querer transformar a toda la empresa al mismo tiempo; por ello, la asignación de prioridades es un factor crítico de éxito del proceso y que debe partir de los objetivos estratégicos de la organización, los beneficios potenciales de las mejoras y la posición que tengas frente a tu competencia.
Recuerdo una frase de Don Antonio Ariza fundador de la casa Pedro Domecq quién decía: “mientras más trabajo resulta que más suerte tengo”. Así pues, la mejor de las suertes en tu proceso.
Por: Eugenio Riveroll
Con más de 40 años en el ramo de la consultoría de negocios y tecnología ha participado en la implementación de herramientas en proyectos globales, regionales y locales. Riveroll es fundador de la plataforma educativa Las Netas basado en el aprendizaje práctico basado en experiencias.