El Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial están mejorando la nanotecnología que permiten detectar marcadores tumorales en concentraciones mínimas.
Estas nuevas capacidades están revolucionando la medicina preventiva e iniciando toda una nueva era en la prevención de la enfermedad.
Tecnología y salud. Es curioso que, regularmente, no pensemos en lo mucho que la primera está impactando en la segunda.
En realidad, no es nuevo. Tanto los instrumentos de diagnóstico como la robótica en intervenciones quirúrgicas siguen evolucionando desde hace, al menos, una década.
Ambas especialidades caminan juntas de manera tan estrecha que resulta casi imperceptible. Pero ayuda a salvar vidas.
Y eso son buenas noticias en el caso de América Latina. En esta región, el cáncer se posiciona como la segunda causa de muerte, solo superado por las enfermedades cardiovasculares.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), América Latina podría registrar más de 6,2 millones de casos de cáncer hacia 2040, lo que representa un incremento del 57% frente a cifras actuales.
Por ello el diagnóstico temprano se ha convertido en un objetivo crítico para el cual la tecnología, constantemente, genera nuevas herramientas.
Afortunadamente, ante este panorama, la nanotecnología médica emerge como una herramienta para transformar la forma en que los sistemas de salud abordan la detección precoz.
Mas detección, menos invasión
Aunque su nombre pueda recordarnos a las nanosondas creadas por Gene Roddenberry para los más variados fines, lo cierto es que la nanotecnología actual está lejos de la ciencia ficción.
No obstante, los actuales nanosensores son capaces de identificar marcadores tumorales en concentraciones moleculares, habilitan diagnósticos en fases incipiente.
¿Lo más importante? Su capacidad de diagnosticar tempranamente llega a fases que, antes, resultaban inaccesible por hallarse en situación apenas embrionaria.
“Ya podemos ver que se están desarrollando nanosensores capaces de detectar marcadores tumorales en concentraciones muy bajas, lo que permite identificar el cáncer en fases muy iniciales”, explicó la profesora del Máster en Ingeniería Biomédica de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), María Pardo Figuérez.
Gracias a ello, este tipo de tecnología tiene especial relevancia en sistemas de salud con recursos limitados.
¿Por qué? Porque permiten ahorrar tanto en tiempo como en esfuerzo. En estos sistemas de salud limitados de recursos:
- Los exámenes convencionales resultan costosos
- Poco accesibles
- Además, cada semana ganada puede representar un punto de inflexión terapéutica
Nanoterapias dirigidas, la próxima frontera
¿Qué tanto puede curar el cáncer, hoy por hoy, la nanotecnología? Todavía estamos lejos de las posibilidades de reconstrucción de tejidos que, por décadas, la industria del entretenimiento ha puesto en nuestras mentes.
No obstante, el uso de nanopartículas permite liberar fármacos directamente sobre células tumorales, evitando el daño colateral asociado a la quimioterapia tradicional.
Diseñadas con precisión molecular, las nanoterapias permiten transportar fármacos directamente hacia las células tumorales, reduciendo la toxicidad sistémica y mejorando la tolerancia del paciente.
Este enfoque habilita cuatro beneficios concretos:
- Menor impacto sobre tejidos sanos
- Reducción de dosis sistémicas
- Mejora del perfil de efectos secundarios
- Posibilidad de actuar sobre microambientes tumorales específicos
Según la experta de VIU, se trata de una integración entre ciencia de materiales, farmacología y biología molecular. Tal convergencia, en su opinión, está redefiniendo la lógica clásica de quimioterapia.
“Muchas nanopartículas tienen una alta capacidad de carga farmacológico, lo que posibilita transportar una mayor cantidad de fármaco directamente al sitio de acción. Esto aumenta la eficacia, con menos dosis sistémicas”, resaltó María Pardo Figuérez, profesora del Máster en Ingeniería Biomédica de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).
Es decir, a la larga, está precisión terapéutica no solo permitirá ganar calidad de vida a los pacientes y familiares sino que debería, también, reducir los costos generales del tratamiento.
Barreras para la nanotecnología
La experta de VIU señala que, con la optimización de procesos y reducción de costos, es previsible que estas terapias se incorporen progresivamente a la atención oncológica habitual.
Igualmente, la nanotecnología también abre la puerta al teranóstico. Así se ha denominado a una estrategia que combina diagnóstico y terapia en un solo sistema. Esto permite:
- Identificar el tipo de tumor
- Determinar su localización exacta
- Administrar el tratamiento más adecuado en tiempo real
Este enfoque representa una revolución en la medicina personalizada, con beneficios potenciales para pacientes de toda la región, siempre que se logre superar las barreras de acceso y regulación.
Y aquí llegamos a los peros, tanto en términos globales como regionales. ¿Qué hay que hacer para que América Latina pueda disfrutar de los beneficios de la nanotecnología? Ñ
En este sentido, hay que resaltar que, a pesar del potencial, la adopción masiva de estas tecnologías enfrenta obstáculos estructurales en la región:
- Altos costos de desarrollo y producción, que limitan su disponibilidad en sistemas públicos
- Falta de armonización regulatoria, que dificulta la aprobación e integración segura de nuevas terapias
- Necesidad de infraestructura especializada y formación profesional para su implementación
La experta de VIU señala que, con la optimización de procesos y reducción de costos, es previsible que estas terapias se incorporen progresivamente a la atención oncológica habitual.