Según las más recientes mediciones, recuperamos competitividad en el país. Pero aún falta.
¿Qué debemos seguir corrigiendo? Esta es la pregunta fundamental pues, mejorar este indicador jamás está de más.
Por: Diego González | CEO de Defontana
Ciertamente es una buena noticia. Chile ha vuelto al lugar que tenía prepandemia en el Ranking de Competitividad Mundial del International Institute for Management Development (IMD) de Suiza.
El ranking es realizado en el país por la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile.
Ahora, si bien el país lidera la región en la posición 42, Chile aún tiene una deuda pendiente en lo que respecta a la eficiencia en los negocios e infraestructura.
En efecto, Chile cayó del puesto 41 al 43 en dicha categoría. Asimismo, también:
- Bajó su desempeño en prácticas de gestión (del 34 al 40)
- Así como en infraestructura (del 45 al 48)
- Y tecnología (del 31 al 37), entre otros.
Sin duda, aún tenemos importantes desafíos que superar para volver algún día al puesto que tuvimos hace 18 años: el 23.
Pero no solo hay que mejorar en los factores mencionados. También se precisan avances en capacitación.
Muy especialmente en la formación y entrenamiento en nuevas tecnologías e innovación, como Inteligencia Artificial (IA).
Mas productividad, más competitividad
Todo ello con la finalidad de optimizar la productividad y, de esa manera, ser más competitivos, tanto a todo nivel como de manera transversal.
En este sentido, hay que resaltar que:
- Más del 50% de las empresas mejora su productividad en un 27% tras digitalizar sus procesos
- Igualmente, reducen sus costos en 23%
- Y agiliza la toma de decisiones, disminuyendo en 25% los tiempos de respuesta
Con todo, está en nuestras manos retomar el camino hacia el éxito, tanto como país líder como en el rol de hub tecnológico.
Si queremos seguir siendo competitivos, tener una economía dinámica, mejorar nuestra competitividad, así como el desarrollo y la gestión.
Es vital ponernos en acción ahora con soluciones, decisiones, proyectos, reformas, educación e inversiones que nos lleven por esa ruta.