¿El fin del fraude financiero? Lynx lanza IA que detecta redes completas y no solo transacciones sospechosas.
Una nueva generación de modelos adaptativos de IA promete cambiar las reglas del juego en la detección de fraudes financieros, con mejoras de hasta 460% en la identificación de operaciones delictivas.
¿Y si el próximo fraude financiero no fuera un error puntual sino una red completa operando silenciosamente? Con la aceleración de los fraudes por transferencia autorizada (APPF) y el uso masivo de cuentas “mula”, los modelos tradicionales de detección ya no bastan. Esa es precisamente la brecha que viene a cerrar Lynx Tech con el lanzamiento de su nueva generación de Modelos Adaptativos Diarios (DAMs, por sus siglas en inglés).
Desde Ciudad de México, la firma de inteligencia artificial ha presentado una tecnología que se actualiza a diario, se adapta al comportamiento criminal y —más importante— no se degrada con el tiempo. En un entorno donde el 29% de los consumidores globales ha sufrido alguna forma de estafa digital, según TransUnion, esta noticia es más que oportuna.
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460% más eficacia en detectar mulas de dinero: ¿la IA como nuevo sheriff financiero?
La cifra impresiona: un incremento del 460% en la detección de valor asociado a mulas de dinero en pruebas internas. Pero el dato más revelador es este: los nuevos modelos permiten identificar hasta un 35% más de fraudes por pagos autorizados (APPF), todo mientras reducen falsos positivos, ese eterno dolor de cabeza de los departamentos de riesgos.
¿Qué hace la diferencia? La IA de Lynx no solo analiza transacciones individuales. Detecta patrones entre cuentas vinculadas, lo que permite descubrir redes de comportamiento fraudulento antes de que el daño sea irreversible. Una ventaja estratégica que redefine el concepto de “prevención”.
Del modelo estático al aprendizaje diario
Los modelos estáticos —incluso los entrenados con machine learning tradicional— sufren de “deriva de datos”. Es decir, pierden eficacia con el tiempo. Los nuevos DAMs de Lynx se entrenan diariamente con volúmenes masivos de datos, lo que garantiza una adaptación continua ante nuevas tácticas criminales.
Además, gracias a su arquitectura no-code, estas soluciones contra el fraude financiero pueden implementarse en tan solo dos semanas, con un rendimiento óptimo proyectado entre tres y seis meses. ¿La clave? Algoritmos de bajo nivel, bases de datos en memoria y cero tiempo de inactividad.
Carlos Santa Cruz, CEO y fundador de Lynx, lo resume así: “Analizamos hasta 40.000 puntos de datos en tiempo real con una precisión extraordinaria. Esto no es solo un upgrade tecnológico; es un cambio de paradigma en la lucha contra el fraude”.
APPF y mulas de dinero: la tormenta perfecta que exige acción inmediata
De cara a 2027, las pérdidas globales por APPF podrían superar los 6.800 millones de dólares, según ACI Worldwide. Frente a este escenario, los nuevos modelos de Lynx no solo se adelantan a la curva, sino que la redefinen. Instituciones financieras en América ya están implementando esta tecnología, y Europa le seguirá pronto, especialmente con la llegada de la regulación PSD3.
Dan Mcloughlin, experto en delitos financieros de Lynx, lanza una advertencia que es también un llamado a la acción: “Los bancos que no adopten tecnologías como esta quedarán expuestos. Detectar antes de que ocurra el fraude ya no es una utopía; es una exigencia del mercado”.
¿Qué podemos aprender de este anuncio?
- El fraude ha dejado de ser individual: ahora opera en red y exige herramientas que piensen en red.
- La inteligencia artificial adaptativa no es opcional, es la nueva base de cualquier estrategia seria de prevención.
- La rapidez en la implementación y el bajo mantenimiento pueden ser tan valiosos como la precisión del modelo.
El whitepaper técnico de Lynx está disponible para quienes deseen profundizar en la arquitectura y beneficios de estos modelos adaptativos. Puedes consultarlo en: https://lynxtech.com
Lynx no ha presentado solo un nuevo modelo de detección de fraude. Ha marcado un nuevo estándar. Uno en el que las instituciones ya no tendrán que jugar al gato y al ratón con los estafadores, sino que podrán anticiparse a ellos. ¿Está tu banco preparado?