Seis mujeres con trayectorias destacadas comparten su visión sobre lo que significa este día y los desafíos que han enfrentado en sus respectivas industrias.
El 8 de marzo (8M) es mucho más que una efemérides: es una oportunidad para reflexionar sobre el camino recorrido y los retos que persisten en la lucha por la equidad de género. A lo largo de los años, la participación femenina en el mundo laboral ha evolucionado, pero persisten barreras estructurales que limitan su ascenso a posiciones de liderazgo. Seis mujeres con trayectorias destacadas comparten su visión sobre lo que significa este día y los desafíos que han enfrentado en sus respectivas industrias.
8M: Liderar con equidad
Mayra Fiszman, cofundadora y directora regional de avenida+, destaca la transformación del rol femenino en la sociedad, pero señala que la equidad sigue siendo una meta pendiente, sobre todo en la distribución de responsabilidades domésticas. «Las mujeres aún llevamos la carga mental y emocional del hogar, incluso cuando trabajamos a la par de nuestros colegas masculinos. Este desequilibrio limita las oportunidades de crecimiento profesional», afirma. Además, enfatiza que en ciertos entornos aún persiste la tendencia a valorar más las opiniones de los hombres, un obstáculo que muchas líderes han tenido que desafiar.
Más mujeres en tecnología: el reto de la diversidad
Desde la industria tecnológica, Antonella Viego, líder comercial en Centum, destaca la necesidad de crear espacios para que más mujeres puedan crecer y liderar. «El 8M nos recuerda la importancia de seguir generando oportunidades en sectores como el de IT, donde la diversidad no solo es una cuestión de equidad, sino un factor clave para la innovación», sostiene. Para Viego, visibilizar el impacto femenino en la toma de decisiones es crucial para construir un ecosistema más inclusivo y eficiente.
Romper barreras en la contabilidad y las finanzas
En el ámbito contable, Deborah Bande, socia de La Vista Casal, reconoce los avances logrados, pero también subraya la importancia de continuar impulsando el liderazgo femenino. «Ser mujer en una profesión tradicionalmente masculina implica desafíos constantes, pero también oportunidades para demostrar que el talento no tiene género», explica. Bande aboga por la construcción de redes de apoyo y el empoderamiento mutuo como claves para romper con las barreras impuestas.
Hacia una verdadera equidad en el mundo corporativo
Vanesa Del Villar, CFO de Nubity, resalta que, si bien los avances son innegables, las mujeres siguen enfrentando obstáculos estructurales en su desarrollo profesional. «Es importante reconocer los logros, pero también mantener la mirada crítica sobre lo que falta. La igualdad de derechos no siempre se traduce en igualdad de oportunidades», reflexiona. Para Del Villar, la clave está en la cooperación y el respeto mutuo, elementos esenciales para una sociedad más equitativa.
Del aula a la empresa: la brecha en el liderazgo
María Pía Stoppani, Product Owner en Credicuotas, pone el foco en la paradoja educativa: «Cada vez hay más mujeres con posgrados, pero esto no se traduce en una mayor representación en los puestos directivos». Para Stoppani, es urgente generar mecanismos que faciliten el acceso femenino a roles de decisión y promover la participación activa en los espacios estratégicos. Como parte de su reflexión, recomienda el libro ¿Quién le hacía la cena a Adam Smith? de Katrine Marcal, que expone el rol históricamente subestimado de las mujeres en la economía.
Un llamado a la acción colectiva
Andrea Fontana, integrante de la comisión directiva de Interact, subraya la importancia de recordar a las mujeres que allanaron el camino. «Este día es una celebración de la fuerza y la valentía de quienes lucharon antes que nosotras. No debemos olvidar que las primeras en desafiar los estándares sociales lo hicieron en condiciones mucho más adversas», señala. Para Fontana, la lucha por la equidad es un esfuerzo colectivo que requiere determinación y una mirada a futuro.
Mucho logrado, mucho por hacer
El 8M es una jornada de reflexión sobre los avances y los desafíos que persisten. Las voces de estas seis líderes muestran que, aunque se han conquistado espacios importantes, aún hay brechas por cerrar en la equidad doméstica, el acceso al liderazgo y la inclusión en sectores clave. La igualdad de género no es solo una meta deseable, sino una necesidad para el desarrollo económico y social. La conversación está sobre la mesa, pero el verdadero cambio dependerá de las acciones concretas que se tomen para hacer de la equidad una realidad palpable.