Identificamos las particularidades entre las cuentas de ahorros o de inversión a la hora de gestionar tu dinero.
Cuando logramos satisfacer las necesidades básicas y comenzamos a preocuparnos por el futuro de nuestro dinero es normal preguntarse cuál es la diferencia entre las cuentas de ahorros o de inversión, y cuál método de gestión financiera nos conviene más.
Seguramente en tus primeros acercamientos te has topado con comentarios como que el dinero ahorrado no es útil porque pierde su valor en el tiempo, o por el contrario, que las inversiones son muy arriesgadas o son solo para expertos o millonarios. A continuación rompemos estos mitos y te contamos las particularidades de cada método para que encuentres el ideal para ti.
Lo primero que debes de saber es que no hay uno mejor que otro, ya que todo dependerá de tu objetivo. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, que deben de ser consideradas al momento de tomar una decisión, y en todo caso, siempre podrás tener ambos o experimentar para determinar con cuál sientes mayor comodidad.
Cuenta de ahorros
Comencemos con una cuenta de ahorros, se trata de una herramienta que te ofrece seguridad y liquidez, ésta es más recomendada cuando se tiene un objetivo financiero a corto plazo, pues permite a los titulares acceder a sus fondos en cualquier momento, sin correr riesgos.
En una cuenta de ahorros sabes exactamente cuánto dinero tienes, puedes fijarte una meta e ir haciendo aportaciones cada cierto tiempo (ya sea de forma periódica o no) para cumplir dicha meta, o bien la puedes tener para cubrir imprevistos, sin tener que recurrir a préstamos o descapitalizarte; en este sentido, siempre es bueno contar con cierta cantidad de dinero ahorrado en una cuenta de fácil acceso.
Para este tipo de cuentas, las instituciones financieras ofrecen un pequeño interés sobre el saldo y tienes la ventaja de poder retirar el dinero de forma parcial o en su totalidad cuando asà lo requieras.
Fondo de inversión
Si tienes una meta financiera a largo plazo, como la educación futura de tus hijos o un plan de jubilación adicional al Afore, puedes pensar en una cuenta de inversión, ya que te ofrece la posibilidad de generar mayores rendimientos a un plazo más extendido.
Si bien es cierto que las cuentas de inversión implican un mayor riesgo que las de ahorro, puedes elegir el activo con el que sientas mayor confianza, pueden ser bonos, fondos de inversión o acciones por mencionar los principales. Asimismo puedes invertir en Cetes, que aunque tienen bajo rendimiento es la forma más fácil y de menor riesgo de inversión, ya que puedes invertir desde 100 pesos y están respaldados por el gobierno federal.
Generalmente (aunque puede variar) el rendimiento de un instrumento de inversión está relacionado con el riesgo del mismo. Después de los Cetes, un fondo de inversión es una excelente opción para poner a trabajar tu dinero.
Si no sabes qué es un fondo de inversión se trata de una inversión en colaboración, tu dinero, junto con el de muchas otras personas ingresa a un portafolio de valores de acciones o bonos nacionales e internacionales, de esta manera se pueden conseguir mejores rendimientos sin necesidad de que cada uno tenga que invertir grandes cantidades.
Como puedes ver ambas opciones tienen sus pros y contras, algunas te ofrecen mayor seguridad pero con mÃnimo rendimiento, o un gran rendimiento con un alto grado de volatilidad, una buena recomendación es diversificar la inversión, es decir, ponerla en diferentes instrumentos con distintos niveles de plazo y riesgo.
Lo más importante será que cuando elijas una cuenta de inversión o de ahorro no te quedes con ninguna duda, consulta con tu banco las opciones que tiene para ti. Sea cual sea tu elección, tu yo del futuro te lo agradecerá.