Dispositivos como videoconsolas, computadores, teléfonos inteligentes hasta automóviles son algunos de los afectados por la escasez de microchips.
Por Daniel Marquesim
Gerente de Soluciones Digitales en CoasinLogicalis
La escasez de microchips en el mundo es una realidad. Los productores de este tipo de dispositivos, como Corea del Sur y Taiwán, ya levantaron la alerta.
Producto de la pandemia aumentó la demanda de estos dispositivos, generando una escasez que ha interrumpido la producción.
Los microchips se fabrican con semiconductores, los cuales son esenciales para la creación de aparatos electrónicos: desde videoconsolas, computadores, teléfonos inteligentes hasta automóviles.
Y al ser un componente básico en la electrónica moderna, todas las industrias se han visto – y se verán – afectadas.
Adicional a la pandemia, las criptomonedas también influyen en la escasez. Específicamente, el minado de éstas, pues requiere de muchas tarjetas gráficas para sustentar el proceso.
Y ante el boom de esta moneda digital, son millones de computadores que están implementando algoritmos para generar dinero, gastando mucha energía y consumiendo microchips.
Construir un microchip no es fácil.
Requiere:
- Más de tres meses fabricarlo
- En salas libres de polvo
- Con máquinas de millones de dólares
- Láseres y estaño fundido
El problema, hasta ahora, es que frente a los bloqueos de movilidad y el cierre de fábricas de producción, las empresas no han podido cumplir con los tiempos de entrega.
Un problema con solución en la nube
Levantar una fábrica de microchips no es tarea sencilla. Además de una inversión millonaria, se necesitan entre 14 y 24 meses para abrir una planta después de comenzar a construirla.
Actualmente se están creando nuevas fábricas para lograr soportar la demanda en el futuro. Pero son proyectos a largo plazo: 3 a 4 años.
En términos simples, esta escasez se traduce en plazos de entrega más amplios y en precios cada vez más altos.
Se están haciendo todos los esfuerzos para que el alza no sea tan grande. Por suerte, esta situación no es crítica pues impulsa las soluciones basadas en la nube y los medios de pago digitales.
Evidentemente, aunque no es una solución en sí misma, permite mitigar el riesgo a futuro. Es probable que la escasez de microchips se prolongue en el tiempo. Entonces, existirá una mayor migración hacia la nube.
Asimismo, ante la escasez de dispositivos físicos como los POS, se proyecta que los medios de pago digitales también experimenten un impulso.
En consecuencia, probablemente será necesario seguir implementando soluciones de pagos digitales sin contacto para comercios y usuarios finales como, por ejemplo, el QR.
Poderes de negociación imperantes
La nube también necesita microchips. Las granjas de servidores de Azure de Microsoft y otros proveedores de servicios como Amazon Web Services, utilizan estos dispositivos.
Pero el poder de negociación de estas empresas – gracias a su volumen de compra – les permite asegurar la estabilidad de sus servicios. Es por ello por lo que debemos suponer que no se verán afectados.
Lo más importante en estos momentos es consolidar proyecciones de venta y necesidades de equipos para contar con un volumen atractivo para los productores y, de esta forma, conseguir tener prioridad de entrega o, al menos, lograr una mejor a la que tenemos hoy.
Hay que seguir potenciando soluciones para que los clientes puedan resolver y mejorar sus procesos de negocios.
También hay que estar alertas: ajustarse e intentar anticiparse a cualquier contingencia y, por supuesto, para estar preparados.