En la cita de Barcelona se discutió como la brecha de habilidades impacta la competitividad digital y el avance de la transformación.
Es oficial: mejorar la conectividad no será suficiente para reducir la actual brecha digital que la pandemia tal vez disimule, pero no logra ocultar.
Y está brecha de habilidades que afecta tanto la adopción. De tecnologías como la competitividad digital de las empresas no ocurre también en el primer mundo como se evidenció en las jornadsd del Congreso Mundial de tecnología Móvil (MWC, por sus siglas en inglés) recién concluido en Barcelona.
Un informe presentado durante el MWC por Fundación Cotec en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) puso de relieve que el nivel de estudios, la ocupación y la edad son los tres factores que en mayor medida determinan la brecha en competitividad digital.
Esto los convierte en los retos fundamentales que aún tiene que superar el “Futuro digital” pues:
- 23,1% es la probabilidad de tener habilidades digitales bajas o no tenerlas, si se tienen 55 años o más.
- 17,6% es la mejoría de la posibilidad de lograr habilidades digitales avanzadas en este grupo etario si se cuenta con estudios medios.
- 36,2% es la probabilidad de encontrar habilidades digitales avanzadas si el consultado cuenta con formación universitaria.
- 4,3% es la diferencia de estar ocupado o no si se cuenta con habilidades digitales avanzadas.
En otras palabras
Estos datos ponen en evidencia que es la formación más que la edad el factor con mayor incidencia en la (in) capacidad de contar con habilidades digitales avanzadas que mejoren la competitividad digital de la empresas en los momentos actuales de transformación.
Esto nos habla de un círculo vicioso que afecta a las regiones rurales y/o marginales e impiden que la población con bajos estudios se incorpore al mercado de trabajo en actividades acordes con el actual proceso de digitalización.
Del mismo modo, las empresas deben tener estos factores en consideración a la hora de evaluar los mercados pues sus clientes comparten, también, la misma carencia de habilidades si forman parte de estos segmentos poblacionales.
En este sentido, Laura Hernández y Joaquín Maudos, autores del informe, explicaron que la franja de edad analizada es la que va desde los 15 a los 74 años y la primera cifra llama la atención:
- 16 millones de personas no usaban Internet en 2006.
- 2 millones de personas es el número de excluidos de la red para 2020.
Esto explica la versatilidad de la población europea para adecuarse a este proceso porque, aunque España es uno de los países que muestra cierto rezago, el informe destaca que:
60% de los españoles posee, al menos, habilidades digitales básicas, un patrón similar al del promedio europeo…
PERO
Las personad mayores están cuatro puntos porcentuales por debajo de la media europea.
Efecto COVID
El informe también refiere que la actual pandemia ha afectado más la forma en que usamos la tecnología que los indicadores de competitividad dihital, como tal.
La buena noticia es que el sexo resultó estadísticamente insignificante para establecer la existencia o no de habilidades digitales, a diferencia de la educación, como ya hemos mencionado.
Otras cifras relevantes del estudio señalan que:
- 83,1% de los españoles incluidos en la franja de edad del estudio usan internet a diario.
- Esto significa CUATRO (04) veces más que 2006.
- 10 veces más si nos referimos a personas mayores de 55 años.
- Los hogares de mayores ingresos tienen 17% más de probabilidades de favorecer las competencias digitales de sus miembros.
- La confianza en internet es directamente proporcional al desarrollo de competencias digitales (5,4%).
- Ser mujer reduce las posibilidades de desarrollo y/o adquisición en 3%.