Múltiples encuestas realizadas en Latam indica que el trabajo post pandemia será más lo que es hoy que la oficina antes del 2020.
La expresión “cuando el futuro nos alcance”, hoy por hoy, es la que mejor retrata a lo ocurrido en el mundo del trabajo tanto a escala global como en América Latina.
Pero el mundo empresarial tiene muchas aristas. A un año de la pandemia de COVID-19, con Latinoamérica lejos aún de controlar los contagios y muertes,
The Standard CIO quiso saber qué cosas buenas ha dejado la pandemia de Covid a los países de Latinoamérica.
Por todo ello que consultamos a los especialistas de IDC en la región sobre los avances y progresos de la industria tecnológica en la región y su impacto en el mundo laboral
Un equipo conformado por:
- Víctor Almandoz, Gerente de Consultoría, IDC Latinoamérica
- José Daniel Cáceres, Analista Senior de Servidores y Almacenamiento, IDC Perú y Chile
- Mariangella Castagnino, Analista de Consumo, IDC Chile
- Oscar Guzmán, Gerente de Consultoría, IDC Latinoamérica…
- … y Natalia Vega, Directora General, IDC Chile y Perú…
… atendió los distintos temas de nuestra consulta.
En esta entrega, será el análisis experto de Carlos Guzmán el que nos explicará hasta que punto el trabajo post pandemia en América Latina es más que una contingencia desde el punto de vista tecnológico.
Hablando en futuro
Los especialistas de IDC señalan que uno de los efectos más consistentes de todo el proceso vivido en 2020 es que:
La pandemia aceleró la transformación digital y nos ha hecho repensar cómo y dónde trabaja la gente.
Pero el voluntarismo no es suficiente. Las empresas han ido y venido en sus impresiones sobre lo que debe ser el mundo del trabajo post pandemia.
Al respecto, Guzmán recordó parte de lo que ha sido el proceso.
“En abril del año pasado realizamos una encuesta respecto al teletrabajo y las empresas señalaron que una de sus grandes preocupaciones era la productividad de sus empleados. Sin embargo, cuando los volvimos entrevistar en agosto de ese mismo año, su respuesta fue diferente: mencionaron que el teletrabajo sí funciona y que, incluso, los trabajadores pueden ser más productivos desde la casa”, puntualizó Guzmán.
Sin embargo, algunas consideraciones y estándares son previos al Covid. De acuerdo con las previsiones de IDC respecto al Futuro del Trabajo, el área de TI:
Debe garantizar un acceso seguro a los recursos corporativos y a la infraestructura adecuada, e incluir recursos informáticos y el ancho de banda necesario.
Debe desarrollar los procedimientos de mantenimiento y soporte de TI para incluir tanto a los trabajadores remotos y a los de planta, así como a los colaboradores que pueden estar en diferentes zonas horarias.
Un largo camino
Parte de la dificultad de la nueva situación como bien han destacado organizaciones multilaterales, incluyendo el BID es cómo financiar el trabajo desde casa.
Europa, por supuesto ha tomado la delantera con varias legislaciones (Países Bajos, Dinamarca, España, Alemania) no exentos de críticos.
En Chile, el Gobierno dictó la ley de teletrabajo, en abril de 2020. La normativa establece que las empresas deben suministrar todas las herramientas para que la persona pueda trabajar desde la casa.
“En la equipación de la estación de trabajo remota destacan los notebooks como principal dispositivo para desarrollar estas tareas. En la medida que se fue prolongando la cuarentena, durante 2020, las personas advirtieron que no solo necesitaban un notebook para trabajar si no también monitores, impresoras, audífonos inteligentes, sillas, entre otros implementos”, relató el Gerente de Consultoría, IDC Latinoamérica.
Cabe señalar que IDC destaca tres soluciones para apoyar el Futuro del Trabajo productivo:
- Software de automatización de procesos (incluyendo RPA o automatización de procesos robóticos)
- Soluciones, políticas y procesos de seguridad para apoyar nuevos estilos de trabajo
- Herramientas para facilitar la colaboración, incluido el ecosistema más amplio de stakeholder
El trabajo post pandemia impulsa a los fabricantes de TI
Ya sea que haya sido impulsado por una ley como la chilena, la española o la holandesa o, simplemente, que las personas se propusieron que el trabajo en sus casas tuviera las mejores condiciones para ser productivos, las inversiones ocurrieron. Y siguen.
El informe de los especialistas de IDC para The Standard CIO señala que, durante 2020 se registró un aumento en el número de dispositivos que se emplean en la casa, principalmente notebooks y tablets, de la mano de la masificación del home office y del estudio en casa.
“Al principio, los usuarios finales compraron un dispositivo de la gama de entrada que les permitía cumplir las funciones básicas y trabajar. Con la extensión de las cuarentenas y del trabajo remoto, se produjo un aumento en la cantidad de horas de uso del dispositivo. Por ello, las personas empezaron a invertir en un mejor notebook, no solo para poder trabajar si no también con fines de entretenimiento”.
Destacaron que, por fortuna, las empresas han entendido que el home office funciona y que los empleados pueden ser incluso más productivos desde la casa.
Cambiando paradigmas
Este “descubrimiento” del sector empresarial ha sido determinante en evitar un desplome mayor se las economías y avanza hacia un cambio que, antes de 2020 era impensable en un plazo tan corto.
Al revaluar la productividad de la oficina remota, las empresas están evaluando un esquema de trabajo híbrido que contemple, por ejemplo, turnos rotativos:
- 50% presencial,
- 50% de manera remota
Esto les brinda la posibilidad de ahorrarse gastos fijos como pagos de alquileres y servicios, e incluso crear posiciones completamente remotas.
Igualmente, el equipo de IDC señaló que algunas organizaciones también han notado que solo roles muy críticos para su operación seguirán demandando la presencialidad en el trabajo post pandemia.
Los especialistas de IDC destacaron que ahora, cuando el avance de los planes de vacunación apunta a que el retorno a las oficinas se produzca de manera parcial y paulatina, manteniendo el distanciamiento social, a partir del segundo semestre de 2021.
Entretanto, las pequeñas y medianas empresas, así como el Gobierno (sobre todo durante el primer trimestre de 2021), siguen equipándose para un sistema de trabajo remoto eficiente.
En ese sentido, las organizaciones deben considerar:
- La necesidad de un liderazgo empático basado en conocimientos organizacionales y en la capacidad de preparar a los empleados para que tengan la mayor autonomía posible.
- En la medida que entramos en un período de incertidumbre de económica global, es preciso determinar cómo el enfoque de salida al mercado apoyará e irá más allá de la continuidad del negocio, para que los clientes logren la resiliencia empresarial.
- Cómo su portafolio se conecta y facilita la entrega de tecnología en un espacio de trabajo virtual inteligente y personalizado.
- Buscar oportunidades para colaborar con socios del ecosistema en hardware, software y servicios para respaldar nuevos modelos comerciales en función del “Futuro del Trabajo”.
Por todo ello, IDC aconseja la implementación de un modelo que vaya más allá del hardware e incluya al menos una capa de servicio, ya que, al estar trabajando remotamente desde cualquier lugar, se necesita contar con una atención constante y de respuesta rápida en caso de alguna emergencia, para lo cual el CIO deberá:
- Crear soluciones para modelos de trabajo híbridos, desde entornos periféricos y presenciales, con tecnologías seguras para el espacio de trabajo y el lugar de trabajo.
- Contar con soluciones de soporte que aumenten y automaticen tareas, flujos de trabajo y procesos para impulsar la productividad y el compromiso.