2.- Aproveche las reuniones
Lo primero que hay que entender es que éstas son inevitables, pero pueden y deben asegurarse de que son eficaces, eficientes y productivas. “Las reuniones rara vez resultan en trabajo procesable. Los trabajadores pasan un promedio de seis a siete horas a la semana en ellas y luego se ven obligados a hacer el verdadero trabajo para el que fueron contratados al margen de su día. Esto conduce al agotamiento, a problemas de desgaste y de retención de personal. Según Carson Tate, fundador y director de Working Simply, una consultora de gestión, y el autor del libro “Work Simply”, para evitar no recibir lo mejor se su talento, mantenga reuniones cortas y centradas. Llegue a tiempo, adhieran el programa preestablecido, y esbocen los elementos de acción para tratar con otros participantes de manera que no se interrumpa todo su día, dice Eisenhauer de Axero.