Mientras que el Android 6.0 Marshmallow aun avanza lentamente hacia los dispositivos en la calle, los retos SO vuelven a aparecer.
Cuando Google se transformó el Alphabet, su nuevo CEO, Sundar Pichai, le entregó el testigo del sistema operativo móvil a Hiroshi Lockheimer junto con Chrome. No es accidente.
En un mundo donde la internet se desplaza hacia las manos de los usuarios, la labor de Lockheimer no es poca cosa e incluye tareas como:
- La expansión del sistema operativo a nuevas plataformas, como los autos, los wearables y el internet de las cosas (IoT).
- La más importante: la integración del sistema operativo móvil con el de escritorio a través de Chrome OS.
Visión holística
Tanto la expansión hacia objetos pequeños como realizar el puente o “cross” entre los sistemas operativos de móviles y escritorios no son tareas sencillas.
La sincronización de los dispositivos móviles con las computadoras será algo que no deberán evitar las empresas de la industria para no quedar atrás y es una tendencia que aplicaciones y redes sociales han hecho parecer inevitable al halarla con fuerza – con distintos resultados – como podemos ver en los casos de Skype, Whatsapp, Line, Facebook o Twitter. O, sin ir más lejos, con ese gran esfuerzo en progreso que conocemos como Windows 10, cuyos resultados – y méritos – todavía están en proceso de valoración.
Al respecto, Lockheimer confesó en una entrevista con la revista Fast Company que cada vez es más difícil encontrar una nueva forma de innovar con Android.
“El truco es no pensar en todas las pantallas por separado. Es pensar en ellas de forma holística. ¿Cómo trabajan una con la otra? Un reloj, un teléfono, una televisión, un auto y una tableta. ¿Cómo pueden coordinarse y cómo pueden enriquecer nuestras vidas y hacer útiles algunas cosas que antes eran más difíciles?”, se preguntó el nuevo CEO de Android y Chrome.
¿Más es menos?
Al respecto, su par en Apple,Tim Cook, ha puesto la vara alta al señalar lo que considera un “defecto” de Windows 10: la idea es enriquecer todas las pantallas y no “empobrecer” todos los sistemas operativos.
Lockheimer, quien ha integrado Google desde 2006 en el área de Android y es reconocido por sus compañeros por su simpatía cuenta con toda la confianza de Pichai y con dos ventajas: un sistema operativo dominante y que el mismo domina las pantallas más pequeñas.
Sin embargo, monetizar Android pasa por lograr que las empresas lo vean como alternativa real.
Para ellos la seguridad y el Android de PC son requisitos indispensables. Y no pueden esperar demasiado.
Por su tiempo en la empresa, Lockheimer entiende que se enfrenta a grandes desafíos: “Es una visión muy amplia la que debemos abarcar y yo daré todo de mí para hacerlo bien”, afirmó.